Mié 28/04/2010
Un recorrido por el corazón de Atucha II (mientras se empieza a hablar de Atucha III)
No todos los días se puede estar dentro de una central nuclear, tocando prácticamente el reactor, viendo sus gruesas paredes de cemento y hierro y escuchando de primera mano a especialistas que explican por qué la matriz energética del país necesita otra central nuclear (Atucha III) que alimente el sobredemandado sistema interconectado nacional.
Es que Atucha II (una obra que fue prácticamente abandonada a mediados de los 90) es ahora un hervidero de gente: 5.500 empleados trabajan para -básicamente- cuatro empresas (entre ellas la cordobesa Electroingeniería) para cumplir el plan de obras que tiene como meta empezar a generar electricidad en el segundo semestre del 2011. El potencial final rondará los 700 a 750 Mw (megavatios) generados por las turbinas Siemens movilizadas a vapor a partir de fisión nuclear en base a uranio.
Con Atucha I camino a los 40 años de operación, Atucha II en pleno proceso de puesta en funcionamiento y un primer boceto para hacer Atucha III (además de la Central Nuclear de Embalse), Argentina sigue entre las naciones líderes en esta tecnología en la región. No sólo fuimos los pioneros, sino que sólo México y Brasil son los únicos dos países que avanzaron por este camino.
Demostrada su seguridad y limpieza para generar electricidad, las centrales nucleares son una alternativa de alta inversión, pero bajo costo operativo: montar una puede costar U$S 4.000 millones, pero luego sólo se la “alimenta” con 180 kilos de uranio por día contra los 3.000.000 de kilos de fuel oil que demanda cada 24 horas una central térmica como la que Electroingeniría está terminando en Pilar.
(Algunos tips del viaje al interior de Atucha II, en la “lupita” que lleva a ver nota completa).
Es que Atucha II (una obra que fue prácticamente abandonada a mediados de los 90) es ahora un hervidero de gente: 5.500 empleados trabajan para -básicamente- cuatro empresas (entre ellas la cordobesa Electroingeniería) para cumplir el plan de obras que tiene como meta empezar a generar electricidad en el segundo semestre del 2011. El potencial final rondará los 700 a 750 Mw (megavatios) generados por las turbinas Siemens movilizadas a vapor a partir de fisión nuclear en base a uranio.
Con Atucha I camino a los 40 años de operación, Atucha II en pleno proceso de puesta en funcionamiento y un primer boceto para hacer Atucha III (además de la Central Nuclear de Embalse), Argentina sigue entre las naciones líderes en esta tecnología en la región. No sólo fuimos los pioneros, sino que sólo México y Brasil son los únicos dos países que avanzaron por este camino.
Demostrada su seguridad y limpieza para generar electricidad, las centrales nucleares son una alternativa de alta inversión, pero bajo costo operativo: montar una puede costar U$S 4.000 millones, pero luego sólo se la “alimenta” con 180 kilos de uranio por día contra los 3.000.000 de kilos de fuel oil que demanda cada 24 horas una central térmica como la que Electroingeniría está terminando en Pilar.
(Algunos tips del viaje al interior de Atucha II, en la “lupita” que lleva a ver nota completa).
Es que Atucha II (una obra que fue prácticamente abandonada a mediados de los 90) es ahora un hervidero de gente: 5.500 empleados trabajan para -básicamente- cuatro empresas (entre ellas la cordobesa Electroingeniería) para cumplir el plan de obras que tiene como meta empezar a generar electricidad en el segundo semestre del 2011. El potencial final rondará los 700 a 750 Mw (megavatios) generados por las turbinas Siemens movilizadas a vapor a partir de fisión nuclear en base a uranio.
Con Atucha I camino a los 40 años de operación, Atucha II en pleno proceso de puesta en funcionamiento y un primer boceto para hacer Atucha III (además de la Central Nuclear de Embalse), Argentina sigue entre las naciones líderes en esta tecnología en la región. No sólo fuimos los pioneros, sino que sólo México y Brasil son los únicos dos países que avanzaron por este camino.
Demostrada su seguridad y limpieza para generar electricidad, las centrales nucleares son una alternativa de alta inversión, pero bajo costo operativo: montar una puede costar U$S 4.000 millones, pero luego sólo se la “alimenta” con 180 kilos de uranio por día contra los 3.000.000 de kilos de fuel oil que demanda cada 24 horas una central térmica como la que Electroingeniría está terminando en Pilar.
(Algunos tips del viaje al interior de Atucha II, en la “lupita” que lleva a ver nota completa).