¿Qué hace Balcami? Diseña y fabrica maquinaria innovadora para la producción de milanesas, hamburguesas y chacinados. Pero la reina indiscutida es la milanesa: el 80% de las ventas corresponde a máquinas para su producción. Dentro de esa categoría, la estrella es la rebozadora, un equipo que suele despertar curiosidad entre emprendedores gastronómicos.
Con sede en barrio Pueyrredón, la empresa fue fundada en 2015 y tiene raíces familiares que surgen de la fusión entre la antigua fábrica de camisas de su abuelo paterno (“Bal”, por la primera sílaba del apellido y “cami”, por camisas).
Hoy, con más de 25.000 máquinas entregadas y exportaciones a más de 10 países, la empresa ofrece 10 productos distribuidos en 3 líneas, y vende entre 140 a 170 unidades por mes, con un pico de 172 en junio.
Además del producto en sí, Balcami ofrece un servicio integral que va desde la capacitación con un chef profesional (presencial u online) hasta la asistencia técnica con repuestos propios. “Hay clientes que vienen con recetas de 30 años y no quieren perder su ‘toque casero’. Ahí entra el chef, que adapta nuestras máquinas a su forma de trabajar”, explica Guido Niza, a cargo del área de marketing de Balcami.
Exportaciones y nuevos mercados
Balcami comenzó exportando a clientes particulares, pero hoy ya trabaja con revendedores oficiales en México y Uruguay, y concretó ventas a mercados tan diversos como Irlanda, Australia, Kuwait, Costa Rica, Israel y Palestina.
El desembarco en nuevos mercados exige también cambios internos. Desde la producción de videos en inglés hasta la redacción de manuales multilingües, todo suma a una estrategia que apunta a tener un revendedor fuerte por continente. “Para llegar a Europa, por ejemplo, necesitamos certificaciones más exigentes, pero ya estamos trabajando en eso”, afirma Guido.
Inteligencia artificial, chatbot y e-commerce propio
Mientras tanto, la empresa avanza en un proceso de modernización integral, que incluye automatización de procesos, un nuevo flujo comunicacional interno, y la implementación de inteligencia artificial: “Ya usamos IA para traducir y diseñar contenido. Ahora estamos desarrollando un sistema de chatbots que ofrezca atención personalizada 24/7”.
¿Un chatbot gastronómico? Sí. La idea es que cada área tenga su asistente virtual: preventa, posventa, cocina y más. “Esta área tendrá propio chatbot, para resolver consultas de recetas o técnicas de uso de las máquinas. Y lo mismo para clientes que trabajan en horarios no convencionales, como carnicerías o pollerías”.
Además, Balcami proyecta una plataforma e-commerce propia, como una especie de Mercado Libre interno, donde el cliente pueda cotizar su envío según código postal y gestionar compras sin intermediarios. Todo esto, apuntando a una mayor autonomía del usuario y menor carga operativa para el equipo.
¿Y qué sigue?
“Queremos que nuestras máquinas lleguen a todos los continentes, pero sin perder de vista nuestra identidad”, dice Niza. El camino, sin embargo, no es lineal: “Pensamos que vender en Chile sería fácil, pero no hay tanta cultura de la milanesa como acá. En cambio, en Bolivia el producto gusta mucho, pero el poder adquisitivo es otro”.
Por eso el equipo se mueve, viaja, observa y escucha. “Estamos recorriendo mercados para entender qué necesita cada uno y adaptar nuestro mensaje”.
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