Jue 06/11/2008
Tomás Juárez Beltrán (h): “Primero considero que hay que separar los destinos de los inmuebles para poder tasarlos profesionalmente. Así una casa para uso residencial en Villa Allende, por ejemplo, no se puede tasar de la forma que propone Rodolfo Herrera (por su renta, ver aquí) y sí un inmueble con destino comercial (local u oficina), lo que no significa que sí se pueda utilizar esta metodología de forma complementaria. Por otro lado, tampoco se puede comparar con un activo financiero en su rendimiento, ya que son betas (riesgos) totalmente distinos. Por eso en general, desde el punto de vista del inversor, los rendimientos financieros son mejores que los inmobiliarios, pero estos últimos -además de la renta-, ofrecieron por varias razones un interesante revalúo durante estos años, disminuyendo esa diferencia en el rendimiento. Por último, un inversor que tenga una visión a mediano / largo plazo, puede en 5 años recuperar el valor original del inmueble en dólares y superarlo, como ya sucedió con la tremenda devaluación post 2001 y además es el activo que hasta hoy (roguemos no cambie) ofrece la mejor seguridad jurídica. Por eso es la inversión elegida por quienes quieren preservar sus ahorros...”.
Paolo Vieyra: “Me sumo a la corrección de mi colega Martín Dahan, en la aclaración a Rodolfo (Herrera): primero no estamos en una burbuja que es algo muy cierto, y segundo, una cosa es que bajen los precios (que es algo que no va a suceder, los departamentos no van a bajar) y otra muy distinta es que sufran una devaluación, como pasó en el 2001...”.
¿Puede valer en Córdoba un depto el doble que en Santiago de Chile? Opiná aquí.