Tras un domingo ¿de mala suerte?, se pregunta y nos pregunta...

Daniel Coli: “Íñigo, te escribo esta reflexión que hace muchas semanas vengo planteándome y quiero compartir con los InfoNautas. ¿Hasta dónde vale la pena esforzarse en nuestro país para intentar cambiar los malos hábitos y que podamos convertirlo en un lugar deseable para vivir? ¿Mejorará realmente nuestra sociedad?  No hablo de temas económicos, sino estrictamente sociales. Hoy (por ayer) exploté… Fuimos con mi esposa a Potrero de Garay y en el camino casi me atropella una moto en contramano con dos personas, ambas sin casco. Agradecí a Dios que aún mantengo buenos reflejos, y pude esquivarlos. Llegué a un semáforo y una persona me tiró agua con detergente en el parabrisas para lavarlo a cambio de una propina. No tenía cambio de $ 100 y me disculpe pidiéndole que no siguiera limpiando. Obviamente se retiró dejándome el parabrisas sucio y me tuve que bancar la mala onda, cara de traste, comentarlos por lo bajo, etc… Por último, llegué a casa y pocos minutos después mi hijo volvió con su novia desencajado porque lo asaltaron –a mano armada– a las 17hs, en el Cerro de las Rosas, dos ladrones en moto. Entonces: ¿vale la pena intentar mejorar nuestra sociedad, o mejor “sálvese quien pueda”? Y si no es la sociedad que queremos para nuestros hijos y nietos, ¿para qué incentivar que se queden…?.  ¿Nos atreveremos todos y cada uno de nosotros a hacer un esfuerzo por intentar corregirnos y corregir al prójimo si no hace lo correcto? ¿Podremos?”.

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