La ciudad de Jesús María se prepara para sumar una infraestructura largamente demandada: su nueva terminal de ómnibus, cuya construcción avanza a ritmo acelerado y se estima que quedará terminada a fines de noviembre, con inauguración prevista para los primeros días de diciembre.
Lejos del edificio actual y con un concepto completamente renovado, la nueva terminal se levanta sobre la Ruta E66, corredor que conecta Jesús María con Sierras Chicas y que funciona como puerta de entrada al sector oeste de la ciudad, una de las zonas de mayor crecimiento.
Además, la obra se emplaza frente a la Estancia Jesuítica de Caroya, parte del corredor patrimonial declarado Monumento de la Humanidad.
El intendente Federico Zárate confirmó que el proyecto no se limita al edificio, sino que incluye intervenciones viales coordinadas con Colonia Caroya: “Habrá obras complementarias sobre la ruta. Son trabajos contemplados en un proyecto que elaboramos en conjunto con Colonia Caroya y el resto de integrantes del Aiger, porque compartimos vía de ingreso a la nueva terminal”.
Respecto a la ubicación patrimonial, agregó: “Todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido con autorización y contemplando el impacto en la zona buffer del Monumento de la Humanidad”.
Con el edificio casi listo y las obras viales en marcha, Jesús María cerrará el año con una terminal que promete mejorar la movilidad urbana y regional y potenciar el desarrollo del corredor oeste.
Los vecinos
Muchos no confían en el cambio. Desde que se anunció la nueva ubicación de la estación de transporte, hubo reclamos; sin embargo, Zárate aclara que se contemplan paradas de transporte urbano e interurbano cerca de la vieja terminal para no alterar la rutina de quienes viajan frecuentemente.
La ciudad se construyó a los laterales de la antigua estación de trenes. Con el tiempo, la terminal —que estaba del lado oeste de las vías— se trasladó al este. Hoy quedó chica y ubicada en una zona neurálgica, rodeada de escuelas importantes y a metros del centro cívico.
Desafíos sobre la Ruta E66
Sobre la falta de obras viales que ordenen el tránsito en la Ruta E66 —donde funcionan una escuela privada con tres niveles educativos y la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional, que moviliza unos 2.000 alumnos diarios—, el intendente explicó que en una primera etapa se reorganizará la circulación.
Se colocarán reductores de velocidad, controladores digitales y habrá operativos permanentes con personal municipal para ordenar la movilidad en distintos momentos del día.
Mientras tanto, las empresas de transporte deberán reorganizar sus recorridos, planificar nuevas rutas y los vecinos y turistas deberán adaptarse al cambio.
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