Vie 30/10/2009
Gustavo Edmundo Bosia: “Buen día, Íñigo. Estoy cansado de las protestas en la ciudad, no creo que sea el único, pero me parece un buen tema para debatir. Ayer (por el miércoles) cortaron nuevamente (lo estan haciendo cada día por medio) la calle Chacabuco desde Bv San Juan en adelante, a hora pico (18 hs), por una protesta de la UEPC. Te juro que no eran más de treinta manifestantes que bajaban con una pancarta del colegio Dante Alighieri, convirtiendo a la ciudad nuevamente un caos total de tránsito. Pregunto: ¿dónde terminan los derechos de los manifestantes y dónde comienzan los de quienes no lo somos? Ojo, no me la agarro con la UEPC (mis viejos son jubilados docentes)... (pero) llegamos a hoy inmersos en lo que creo yo que es un extremo infierno al borde de la anarquía, donde todo el mundo protesta cuando quiere, donde quiere y con los métodos que quiere (piquete de ruta, corte de calles, huevazos, etc..)... Le demos una mirada a los pioneros en esto, los EE.UU., donde las protestas y el derecho a huelga están claros, pero andá a cortar una ruta o una calle o a protestar en hora pico o a destiempo de lo que te permiten... ruego que lleguemos rápido a tocar la pared de la anarquía y desgobierno total pronto, para de esa manera recomenzar... que lleguemos a un punto de inflexión y como sociedad recapacitemos y retomemos cierto grado coherente de orden”.
Un tema delicado, para opinar con responsabilidad, aquí.
Gabriel Reusa: “Hablar de la cocina molecular desconociéndola como tendencia gastronómica es equivalente a decir que el cubismo o el expresionismo no son arte porque no representan `fielmente´ la realidad; y es que justamente ese es el salto que propone la cocina de vanguardia, romper los paradigmas de la cocina tradicional desafiando a los sentidos: sabores sólidos que resultan líquidos, aromas que no saben cómo huelen, texturas que desconocemos... convertir la cocina en arte. Es una locura. Pero bueno, todos sabemos que Vincent era un loco y Picasso un idiota...”.
Más sobre este tema, aquí.