Una duda existencial: ¿las imprentas son todas iguales?

Raquel Flores: “Íñigo, quiero a través de tu diario, no sé si abrir un debate, pero por lo menos sacar mi duda sobre un rubro que es `un mal necesario´: las imprentas. Durante todo el 2008 trabaje con ellas. Tengo negocios y he tenido que realizar diferentes acciones de comunicación, y además imprimo una guía que contiene un imán, todos los meses. En la mayoría de los casos tuve problemas. Te nombro algunos y `sólo algunos´: 3, 4 ó 5 días en enviarte un presupuesto (Ej.: 3.000 volantes ilustración, full color, nada raro); jamás respetan los tiempos de entrega de los trabajos; mala calidad de impresión; y como si fuera poco, si es un laburo grande, entre los paquetes, te encontrás con docenas y docenas y hasta cajas enteras de trabajos no terminados. Me pregunto, ¿tuve mala suerte o todas son así? Y mirá que anduve por varias, ¿eh? ¡Y bastante conocidas! Cómo habrá sido mi experiencia, que dí marcha atrás a un proyecto que iba a emprender este año, donde las imprentas jugaban un papel muy importante. Tengo que seguir trabajando con ellas… no me queda otra, son `un mal necesario´, pero yo consulto y consulto y me dicen que todas son así y así lo fueron siempre. OK. Pero... ¿no se puede plantear un cambio? Gracias Iñigo por permitirme un espacio, ¡saludos!”.


Debate abierto (y derecho a réplica a los imprenteros).

Midory produce hasta 20.000 paquetes de hortalizas por semana (la apuesta de Sergio Guillaumet por la hidroponía en Córdoba)

(Por Juliana Pino) Cuando en 2003 la soja tocaba los 600 dólares y el campo argentino parecía vivir un momento dorado, Sergio Guillaumet tomaba una decisión contracorriente: dedicarse a producir verduras sin tierra. No tenía campo, tampoco un pasado familiar ligado al agro, sino apenas un título de Licenciado en Administración de Empresas y una idea que lo desvelaba: fundar su propia compañía.