Una reflexión sobre la mesa de diálogo en el sector textil
Cristian Sosa Barreneche: "Más allá del resultado judicial del tema Vitnik (discusión en la que oportunamente participé), debo reconocer que esta noticia me agradó. Si la autoridad de aplicación encuentra un sector completo con algunas prácticas irregulares, `por algo debe ser´... es alentador que el Estado los junte y se converse. Que se analice la situación y que si hay alguna salida conjunta, se lleve a cabo. Lo mismo pasa en Flores y Once en Bs.As. Según comentarios, algunas casas de venta de ropa de Córdoba compran allá, cambian las etiquetas y `automáticamente´ la prenda vale el doble. Solo hay que recorrer la calle Aranguren de Buenos Aires y se palpa esta realidad. Tomando exclusivamente las noticias de los medios de comunicación (sin ningún análisis profundo) no me sorprende esta situación. Porque la estructura del sector, siguiendo a Porter que nos da luz sobre el asunto, se presenta con bajas barreras de entrada, bajas de salida, altísima atomización, y bajos poderes de negociación de los proveedores (entre los que se encuentran la mano de obra por supuesto) y de los clientes. Por último, creo que está bueno que, si se puede, el Estado (municipal, provincial y nacional) aporte ideas y acciones para modificar el "PH" del Sector con el fin de hacerlo competitivo y transparente. Todos resultaremos beneficiados, comenzando por esa pobre gente de trabajo. No que intervenga directamente haciéndose el empresario o el papá dadivoso".
Nota y debate aquí.
Cristian Sosa Barreneche: "Más allá del resultado judicial del tema Vitnik (discusión en la que oportunamente participé), debo reconocer que esta noticia me agradó. Si la autoridad de aplicación encuentra un sector completo con algunas prácticas irregulares, `por algo debe ser´... es alentador que el Estado los junte y se converse. Que se analice la situación y que si hay alguna salida conjunta, se lleve a cabo. Lo mismo pasa en Flores y Once en Bs.As. Según comentarios, algunas casas de venta de ropa de Córdoba compran allá, cambian las etiquetas y `automáticamente´ la prenda vale el doble. Solo hay que recorrer la calle Aranguren de Buenos Aires y se palpa esta realidad. Tomando exclusivamente las noticias de los medios de comunicación (sin ningún análisis profundo) no me sorprende esta situación. Porque la estructura del sector, siguiendo a Porter que nos da luz sobre el asunto, se presenta con bajas barreras de entrada, bajas de salida, altísima atomización, y bajos poderes de negociación de los proveedores (entre los que se encuentran la mano de obra por supuesto) y de los clientes. Por último, creo que está bueno que, si se puede, el Estado (municipal, provincial y nacional) aporte ideas y acciones para modificar el "PH" del Sector con el fin de hacerlo competitivo y transparente. Todos resultaremos beneficiados, comenzando por esa pobre gente de trabajo. No que intervenga directamente haciéndose el empresario o el papá dadivoso".
Nota y debate aquí.