Delice rejuvenece a Chandon, que ya vende más champán que en los ’90 (6 M de botellas al año)
El segmento de espumantes viene creciendo en el país a un ritmo cercano al 10% anual desde hace un lustro. Hoy se venden alrededor de 30 millones de botellas (más que en los ’90) y la mitad pertenecen a productos de la filial argentina de Moët Hennessy, la división de Wines & Spirits del grupo LVMH (Moët Hennessy - Louis Vuitton).
Moët Hennessy cuenta con un portfolio de marcas entre las que se destacan Chandon, Baron B, Terrazas de los Andes, Cheval des Andes, Möet & Chandon, Dom Pérignon, Veuve Cliqcuot, Ruinart, Belvedere, Hennessy, entre otras. De todas ellas, en Argentina Chandon representa el 40% en volumen y el 60% en facturación. Es decir, se venden unas 6 millones de botellas de Chandon.
¿Y las proyecciones para este año? “Hay buen clima en las estimaciones de ventas. Creo que estará en torno al 10%. Los segmentos de alta gama crecen más”, contó a InfoNegocios Ramiro Otaño, quien estuvo el jueves en Córdoba promocionando el producto Delice, que la marca lanzó el año pasado apuntando a la platea juvenil y a la femenina.
“Delice cubrió con creces las expectativas. Lo que más nos satisface es que dio un soplo de aire fresco a la marca en general. Aportó consumidores a este segmento”, acota.
Para tener dimensión de la apuesta de la marca a su nueva estrella vale destacar el siguiente dato: el desarrollo de Delice demoró 20 años. “Nos pasamos todo ese tiempo tratando de encontrar la ecuación perfecta para derribar las barreras de entrada que tiene el segmento como el ritual (no tener las copas adecuadas, o la “frapera”), la acidez del producto, etc. Buscamos durante mucho tiempo el punto de equilibrio y nos salió bien”, dice entusiasmado Ocaño.
La ruptura a esas barreras sobrevoló la presentación de Chandon en el Córdoba Golf Club de Villa Allende el pasado jueves. Delice se servía en vasos de boca ancha con hielo y twist de sabor impensados, como cáscaras de pomelo, albahaca o pepinos. Sin dudas, la marca apunta a una situación de consumo totalmente distinta. Desde su lanzamiento en marzo del año pasado el nuevo producto ha crecido un 20% en ventas.
Cuánto representa Córdoba para la facturación de la empresa, a qué país se empezará a exportar Chandon made in Argentina y cuál fue la sorpresa artística de la noche, en la nota completa.
El segmento de espumantes viene creciendo en el país a un ritmo cercano al 10% anual desde hace un lustro. Hoy se venden alrededor de 30 millones de botellas (más que en los ’90) y la mitad pertenecen a productos de la filial argentina de Moët Hennessy, la división de Wines & Spirits del grupo LVMH (Moët Hennessy - Louis Vuitton).
Moët Hennessy cuenta con un portfolio de marcas entre las que se destacan Chandon, Baron B, Terrazas de los Andes, Cheval des Andes, Möet & Chandon, Dom Pérignon, Veuve Cliqcuot, Ruinart, Belvedere, Hennessy, entre otras. De todas ellas, en Argentina Chandon representa el 40% en volumen y el 60% en facturación. Es decir, se venden unas 6 millones de botellas de Chandon.
¿Y las proyecciones para este año? “Hay buen clima en las estimaciones de ventas. Creo que estará en torno al 10%. Los segmentos de alta gama crecen más”, contó a InfoNegocios Ramiro Otaño, quien estuvo el jueves en Córdoba promocionando el producto Delice, que la marca lanzó el año pasado apuntando a la platea juvenil y a la femenina.
“Delice cubrió con creces las expectativas. Lo que más nos satisface es que dio un soplo de aire fresco a la marca en general. Aportó consumidores a este segmento”, acota.
Para tener dimensión de la apuesta de la marca a su nueva estrella vale destacar el siguiente dato: el desarrollo de Delice demoró 20 años. “Nos pasamos todo ese tiempo tratando de encontrar la ecuación perfecta para derribar las barreras de entrada que tiene el segmento como el ritual (no tener las copas adecuadas, o la “frapera”), la acidez del producto, etc. Buscamos durante mucho tiempo el punto de equilibrio y nos salió bien”, dice entusiasmado Ocaño.
La ruptura a esas barreras sobrevoló la presentación de Chandon en el Córdoba Golf Club de Villa Allende el pasado jueves. Delice se servía en vasos de boca ancha con hielo y twist de sabor impensados, como cáscaras de pomelo, albahaca o pepinos. Sin dudas, la marca apunta a una situación de consumo totalmente distinta. Desde su lanzamiento en marzo del año pasado el nuevo producto ha crecido un 20% en ventas.
Cuánto representa Córdoba para la facturación de la empresa, a qué país se empezará a exportar Chandon made in Argentina y cuál fue la sorpresa artística de la noche, en la nota completa.