Una de las principales diferencias entre emprender por cuenta propia o asociarse a una red consolidada está en el capital requerido.
En Sur Fit, la inversión inicial fue de $15.000 a $20.000, aplicada en mejoras de un gimnasio ya en marcha. Sus dueños, Julián Chamas y Nicolás Carreño —profesores del lugar— apostaron por la reinversión con identidad propia.
En cambio, si se opta por ingresar al negocio mediante una marca reconocida como Fitness Group, el desembolso inicial suele ser mayor, en gran parte por el valor de las máquinas, que se comercializan en dólares. Sin embargo, la inversión incluye respaldo publicitario, identidad de marca, soporte continuo y un sistema estandarizado de gestión.
La principal ventaja de sumarse a una marca con trayectoria es el posicionamiento de marca, que otorga confianza inmediata al cliente y permite acceder a campañas de marketing, promociones cruzadas y sistemas de gestión profesional.
Sin embargo, montar un gimnasio propio permite construir una identidad personalizada, basada en el vínculo directo con los alumnos. Este trato cercano también se traduce en fidelización y pertenencia.
Fitness Group ofrece una estructura de apoyo integral que incluye manuales, capacitaciones y asesoramiento comercial y operativo. El modelo permite aprender el negocio de forma progresiva, ya que los gimnasios se gestionan de manera conjunta entre el grupo y el inversor, sin perder autonomía ni control sobre la operación. "Nos definimos como una red de gimnasios más que una cadena: trabajamos bajo una lógica colaborativa." informa Marcos Aguade, encargado de Fitness Group.
En un negocio propio, todo recae sobre el emprendedor, lo cual puede representar un gran desafío. En Sur Fit, la gestión integral está a cargo de los propios dueños, quienes se ocupan de la administración operativa, atención al cliente, gestión de turnos y cobranzas.
Panorama del rubro fitness: un sector en expansión
Tanto desde Sur Fit como desde Fitness Group destacan que, gracias a la estabilidad del sector tras la pandemia, el rubro ha alcanzado una rentabilidad significativa. Aunque la recuperación no es inmediata permite que el retorno sea relativamente rápido si se cuenta con experiencia en el negocio y una buena base de clientes. "Lo importante no es solo invertir dinero, sino conocer el rubro, entender el trato con la gente y ofrecer un servicio de calidad", coinciden desde Surfit.
En Córdoba, el mercado se está profesionalizando y acercando a los estándares de Buenos Aires, con mayor competencia, mejores instalaciones y más foco en la atención al cliente. Esto se traduce en oportunidades para nuevos inversores, siempre que se apueste por la calidad y la fidelización.
Ambas opciones pueden ser rentables si se ejecutan con compromiso y visión a largo plazo. La clave está en identificar el perfil del inversor: ¿buscás respaldo, estructura y marca? La franquicia puede ser tu camino. ¿Preferís autonomía, trato cercano y construir desde cero? Un gimnasio propio puede darte esa satisfacción.