El “relativo” sueño de trabajar en Arcor y la fuga de talentos

Marcos Waldheim: “Como exdependiente indirecto de Arcor, quiero aportar lo siguiente: Arcor es una excelente escuela postgraduación universitaria. Lamentablemente, luego del periodo de aprendizaje, no hay una articulación clara para desarrollar carrera. Es una pena que desaprovechen talentos diariamente por no tener una clara política de recursos humanos. Yo personalmente comencé a trabajar en 2003, meses antes de graduarme, junto con otra gran camada de jóvenes universitarios. De mi grupo, solo quedan 2 de más de 30. Me sentí tan maltratado y despreciado por la empresa luego de 5 años, que me hice emprendedor y al día de hoy, no volvería a trabajar en relación de dependencia. De todos modos, debo agradecer profundamente a la firma, ya que me dio la posibilidad de hacer mis primeras armas en la profesión, Ingeniero Mecánico Electricista. Espero sirva de contribución”.

Las empresas soñadas por los universitarios y el debate, aquí.