Lun 21/01/2013
En una devoción inédita por los funcionarios públicos, algunos ciudadanos le componen un himno a su gobernador y otros obsequian una muñeca inspirada -casi bíblicamente- a imagen y semejanza de nuestra Presidenta.
Ignoro qué habrá motivado al compositor sanjuanino a elaborar semejantes odas a su gobernador (José Luis es el nombre de la historia / Gioja el apellido de San Juan / La desidia murió con el aliento / De una voz que fue tiento del se puede), pero en cambio intuyo claramente qué llevó a la Cámara del Juguete a semejante presente durante la gira por Indonesia.
Las políticas proteccionistas del gobierno en este sector han limitado y encarecido notablemente las importaciones, lo que seguramente reactivó puestos de trabajo y generó alguna sustitución de importaciones. Buenísimo, pero... ¿a qué costo?
Nada es gratis en la vida y cuando se protege un sector, es la sociedad toda la que paga esa menor competitividad con mayores precios internos (sea vía precios puros, vía calidad o en combinación de ambos factores).
Una simpática muñeca de Jessie, la vaquera de Toy Story, cuesta en eBay en EE.UU. US$ 69,95 (nótese el precio de oferta, podríamos decir, 70 dólares) y en el Hipermercado del Juguete Carrousel de Argentina $ 999 (nótese el precio de oferta, podríamos decir, 1.000 pesos). Al cambio oficial sería aquí unos US$ 200. Con 10 dólares más traemos tres muñecas en la valija.
Pagar más barata una muñeca con licencia importada -se me dirá- no es significativo para la sociedad: los niños pobres jamás podrían tener una y quizás un papá de esos niños consiguió trabajo ensamblando triciclos de plástico en un taller cordobés. Tienen razón. Los niños cubanos -agrego yo- también crecen sanos y alegres sin Jessie, ni Buzz Lightyear ni Woody.
El tema es el agregado económico. La economía toda. Y el mediano y largo plazo.
Quiero ser muy claro en esto: no estoy abogando por la apertura total de la economía y un “retorno a los '90”. Pero como te digo una cosa, te digo la otra: el daño a la competitividad argentina que hicieron la presidente Cristina Fernández y Guillermo Moreno con sus políticas en los últimos 4 años ha sido tremenda. Más temprano que tarde, algo habrá que hacer.
Por suerte tienen mandato hasta diciembre de 2015. (IB)
Pese a algunas demoras causadas por la prestación de servicios, el Parque Empresarial Aeropuerto (PEA) abrirá sus puertas a fines de mayo sumando 40.000 m2 de oficinas que irán ocupando un medio centenar de empresas en los meses siguientes.
“En esta primera etapa se abre el edificio corporativo para Electroingeniería, el edificio para Cluster Technology y Ciiecca y otro para espacios comunes, servicios, comida, gimnasio y banco. La idea es tener estos primeros 40.000m2 y consolidar la masa crítica para que el parque comience a funcionar”, comenta Rafael Toutain, gerente general del PEA.
Ubicado pasando el Aeropuerto Córdoba, como quién va hacia Circunvalación, el PEA se levanta en un predio de 46 hectáreas que -además de bloques de oficinas- contempla otros desarrollos inmobiliarios.