Tu celular viejo se transforma en una solución para otro: cómo son los anteojos inteligentes de Caecus

(Por Einat Wald / RdF) Con una microcámara, dos sensores infrarrojos y dos motores vibradores, llegan los lentes inteligentes para personas no videntes o con disminución visual. En esta nota, todo lo que hay que saber sobre este dispositivo de ayuda remota.

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“La idea surgió como un proyecto de tesis de Ingeniería en Sistemas y a partir de la necesidad de un familiar con disminución visual pudimos acercarnos a la problemática”, cuenta Lucas Sala, director de Caecus.

Desde el año 2016, el equipo conformado por Emilse Saavedra, Lucas Sala y Eusebio García, obtuvo premios regionales y nacionales, participando en Incubacor y DoingLabs, entre otras incubadoras del sector.

El objetivo es integrar personas con discapacidad a entornos urbanos mejorando su calidad de vida. El uso de los lentes inteligentes brinda mayor autonomía y mejora la autoestima de los usuarios.
 

“La sustentabilidad es uno de los aspectos principales. Los lentes se fabrican a partir de la reutilización de celulares en desuso”, explica Lucas.

De los celulares, extraen los motores vibradores, la cámara, el parlante y el micrófono que los lentes requerirán para su funcionamiento.

Los lentes inteligentes, conectados a cualquier smartphone o tablet, y combinados con el uso del bastón, permiten a la persona detectar obstáculos, obtener una geolocalización exacta y en caso de necesidad, solicitar la asistencia remota de un familiar o amigo.

Caecus emprendió desde una perspectiva inclusiva. Queremos proveer soluciones que permitan a los usuarios adquirir mayor confianza y sentirse más cómodos al momento de socializar o de desempeñarse profesionalmente”, agrega Sala.

Luego de realizar las pruebas correspondientes, el año próximo estarán en condiciones de incorporar las funciones de reconocimiento facial y emociones.

Actualmente Caecus recibe celulares rotos o sanos.

Las donaciones se pueden realizar en las urnas ubicadas en algunas de las empresas que apoyan el proyecto como el Banco de Córdoba y la Universidad Siglo 21, entre otras.

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