Tres de cada diez proyectos “incubados” siguen en el mercado (y hay una nueva selección).

En diez años de vida, la Fundación para la Incubación de Empresas colaboró en la concreción de 104 proyectos. De ellos, 16 continúan en el mercado, mientras que otros 14 comercializan productos y servicios en base al proyecto desarrollado a partir de su paso por la FIDE. Los negocios vinculados a la tecnología copan el lote de los emprendimientos exitosos, entre los que también se destacan los servicios de consultoría y comercialización de productos.
La última selección de proyectos dejó a ocho futuras empresas en la gatera para la etapa de preincubación: Ciciliani Colections (diseño y producción de muebles de exterior de alta gama); Solventuri (producción y comercialización de metalofones y xilofones); Learning Way (diseño y desarrollo de soluciones interactivas lúdicas multimedia); Solid Design (prestación de servicios de Ingeniería Médica y diseño industrial); Lumen Estudio (servicios de estrategia de comunicación audiovisual); Tarjeta CD (soporte con tarjeta Biptica que contiene CD); Agenda2 (portal de información acerca de entretenimientos y actividades diversas en Córdoba) y Homofaber (estudio-taller de diseño industrial dedicado principalmente a mobiliario de interiores).

Riderboost, la startup cordobesa que potencia a los repartidores con un kit eléctrico para su bicicleta (ya trabaja con PedidosYa!)

(Por Rocío Vexenat) En plena pandemia de 2020, dos jóvenes cordobeses de apenas 23 años, Matías y Lautaro, idearon un proyecto con una meta clara: ofrecer una alternativa de movilidad más segura y sustentable. Así nació Riderboost, un emprendimiento tecnológico que convierte cualquier bicicleta convencional en una bici eléctrica mediante un kit de instalación rápida. Ya trabajan con PedidosYa! y sueñan con ser la startup de micromovilidad más grande de Latinoamérica.

18 de agosto: Día Mundial del Pinot Noir, y una joya para brindar

Este lunes 18 de agosto se celebra el Día Mundial del Pinot Noir, una ocasión perfecta para honrar una variedad famosa por su elegancia, sutileza y expresión del terroir. Y, qué mejor manera de hacerlo que con un espumante rosado que captura toda la gracia de esta uva: Rosell Boher Rosé.