Tramontina decidió dejar de ser solo “la marca brasileña que se consigue en cualquier bazar” para tener presencia directa en el país. La compañía inaugura su primera oficina comercial en Buenos Aires, un espacio que funcionará como nexo con sus nueve fábricas en el mundo (ocho en Brasil y una en India) y que además contará con un showroom exclusivo para clientes, distribuidores y socios.
La nueva sede funcionará como enlace directo con las nueve fábricas del grupo (ocho en Brasil y una en India) y tendrá un showroom exclusivo donde mostrar parte de los más de 22.000 artículos que la marca distribuye en 120 países.
“Argentina es uno de los mercados más estratégicos de la región. Tenemos un vínculo histórico con los consumidores locales y creemos que este es el momento de estar más cerca, con estructura propia, para acompañar sus necesidades cotidianas”, señaló Emiliano Baseggio, gerente general de Tramontina Argentina.
La decisión va más allá de lo simbólico: permitirá mayor agilidad en el servicio a distribuidores, clientes y socios, además de impulsar categorías que tienen un fuerte arraigo cultural en el país, como los utensilios para parrilla y los accesorios de mate. La movida también coincide con el proceso global de renovación de identidad de la marca, que desde hace dos años viene modernizando su imagen para conectar con nuevas audiencias sin perder atributos como calidad y confiabilidad.
En paralelo, Tramontina reafirma su compromiso con la sustentabilidad a través del programa Tramontina Transforma, que desde 2014 articula todas las acciones ambientales y sociales de la compañía, con foco en diseño sostenible, educación y bienestar.
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