Todo lo que veas en el plato se come, y si ves una flor, también (¿sabías que en Córdoba existe el cultivo de flores comestibles?)

(Por Julieta Romanazzi) Si compraste un postre en María Antonieta o fuiste a El Papagayo a comer, posiblemente te hayas encontrado en el plato con una o más flores, que puede que las hayas descartado, pero te contamos que Flores comestibles Mi Lugar las cultiva, y provee a estos establecimientos -entre tantos otros- para que sus comensales las puedan comer sin miedo.

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Flores comestibles Mi Lugar es el emprendimiento que nació hace un poco más de 4 años en Córdoba, más precisamente en la localidad de San Nicolás, de la mano de Cintia Daglio y su madre, quienes venían dedicándose ya a la plantación de vegetales y aromáticas. Desde entonces, pero con una mayor demanda en estos últimos años, proveen con sus flores comestibles a restaurantes, bares y pastelerías de Córdoba, Rosario y también de Buenos Aires. 

Por pedido de cocineros y bartenders surgió Flores comestibles Mi Lugar, que hoy cultiva, en aproximadamente media hectárea, más de 40 variedades de flores que pueden ser comidas, aunque parezcan solo parte de la decoración de una torta, una plato salado o un cóctel. 

El Papagayo, Standard 69, María Antonieta, Bonafide, Santa Calma, Sushi World y Cartof son solo algunos de los más de 50 establecimientos que demandan este producto tan particular -y en pleno auge- cultivado en la localidad de San Nicolás, y es el único en la provincia de Córdoba que se dedica a la floricultura comestible. 

Estas flores comestibles son comercializadas a emprendimientos gastronómicos o particulares en bandejas, que se pueden completar con una variedad de flores o se puede elegir de una sola especie, a un precio de $ 450 por bandeja.

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