Malas noticias, muchachos: parece que vamos a entrar en recesión

Si nos estamos tomando enero y febrero para “leer” qué año se nos avecina, la cifra de recaudaciónde enero -convenientemente “deskirchnerizada”- es una mala noticia: se derrumbaron los ingresos por derechos de exportación (retenciones) y el comportamiento del IVA “interno” (el que marca el nivel de actividad) si bien muestra un crecimiento del 21%, apenas estaría empardado la inflación real.
Resumiento, de los tres motores que tiene una economía, dos parecen parados (y hasta en reversa):
* La inversión (que nunca fue nuestro fuerte) va a sentir el parate del contexto global y los ruidos locales que el gobierno suma, todo en un año electoral. La inversión del sector público puede ser la excepción, pero hay que contarla cuando se efectiviza en obras y no en los anuncios a la prensa.
*Las exportaciones (que nos venían “salvando”) muestran un frenazo demoledor en enero: los ingresos públicos por exportaciones retrocedieron un 25% interanual. No es luz amarilla, es roja.
*El consumo interno (quizás la más “controlable” de este trío de variables) todavía se resiste al retroceso, pero le costará dar batalla en solitario, por más incentivos y fondos públicos que lo apuntalen.
Si tu empresa depende del mercado interno quizás el desafío sea remar el doble para terminar el 31 de diciembre en el mismo lugar.