El gobierno anunció que desde el 10 de julio dejará de emitir LEFI, el instrumento que fijaba la tasa de referencia del mercado y que hoy está en 29%.
En el camino de desbrozar de regulaciones e intervenciones de precios, el equipo económico propone que sea el mercado quien determine las tasas y en un par de semanas todos mirarán -cada día- la tasa de “call money”, el mecanismo por el cuál los bancos se prestan pesos al final de cada jornada en función de sus necesidades o sobrantes de dinero.
(Por cierto, el término call money viene de los 70 cuando estos créditos cortos entre bancos se pedían por una “call”, una llamada telefónica).
“Es un cambio importante y es probable que tengamos volatilidad en esta tasa”, analiza Nicolás Guaia, CEO de Max Capital Asset Management.
Como sucedió en los primeros días de la liberación del cepo a la compra de dólares para particulares, desde Max Capital estiman que tomará un tiempo hasta que el mecanismo encuentre sus equilibrios entre bancos con sobrantes de liquidez y aquellos que necesiten pesos.
Hasta ahora, la tasa de referencia que fijaba BCRA vía LEFI era un gran ordenador del resto de las tasas, como las que se pagan por plazos fijos o se cobran por créditos.
Los memoriosos recordarán que la tasa de “call money” era un indicador que los periodistas económicos seguían día a día en los 80 y 90.
Qué más ven desde Max Capital
Aprovechando la apertura formal de sus oficinas en Córdoba, el equipo de Max Capital (con Ariel Desanto y Nicolás Guaia) dieron el “view de la casa”, la mirada que tienen desde esta empresa de servicios financieros que incluye una ALyC, una SGR, una división agro, Asset Management y -en breve- Max Pay, un PSP o billetera digital que sumarán a su portafolio de soluciones.
Nicolás Guaia, Ariel Desanto, Ana Pailler, Leonardo Torchio y Micaela Ciámpoli en las nuevas oficinas de Max Capital en el PEA.
Para Guaia, la disciplina fiscal del gobierno es “el gran pato que ordena a los demás patitos” de la economía y que -de alguna manera- tiene a todo el mercado con expectativa positiva.
Desde Max Capital acuerdan con la mirada general de los analistas y las incógnitas que generan la falta de acumulación de reservas, el decreciente superávit comercial y el creciente déficit de la balanza de pagos.
Pero sin descuidar estas luces de alerta, también creen que el panorama luce favorable hasta octubre, donde el resultado de la elección reconfigurará algunas posiciones.
“Incluso la elección de septiembre en la provincia de Buenos Aires puede ser un momento de distensión y reconfiguración de expectativas”, explican.
De igual manera que otros analistas, desde Max Capital entienden que el actual esquema cambiario (con bandas divergentes) posiblemente deba ser recalibrado después de octubre o en 2026 para ir hacia un esquema con mayor flexibilidad que le permita incrementar su stock de reservas.
El esquema de bandas de flotación que inició entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar “tiene fecha de vencimiento” en algún momento entre octubre y diciembre. O incluso antes si el mercado empieza descontar ese cambio y se adelanta cumpliendo el viejo apotegma de “comprar con el rumor y vender con la noticia”.