Juguemos al interiorismo

(Por Sara Bongiovanni) Como en el amor y en la guerra, aquí todo vale: las tendencias son cíclicas, bipolares y dinámicas. La deco actual es una suerte de reacción al minimalismo de décadas pasadas, y los espacios manifiestan un acertado eclecticismo: equilibrado y conceptual. Distintos objetos se insertan en ambientes contemporáneos y revelan un retorno a lo natural. Se trata de un juego que hay que saber jugar. La clave es conocer la “carta” y el asesoramiento. Empecemos por la primera.

Los tejidos crochet como revestimientos en lámparas tonos beige y tostado (2200 pesos) le dan una pincelada étnica que contrasta armónicamente con el sillón de rasgos modernos.
Simpáticos maceteros fabricados a partir de la viruta de las cubiertas de automóviles. El reciclaje está presente taxativamente.
Lámpara colgante Vellón Rul y tejido de alambre (2200 pesos) aporta fuerte personalidad a este ambiente (izquierda). El revistero es una bolsa tejida rústica y fuerte (derecha).
Los almohadones de lana de oveja descontracturan y ponen una veta natural. Ideales para complementar el sofá.
Un ambiente contemporáneo, redefine objetos y los adapta a nuevos conceptos con un lenguaje atiborrado, sí, pero en equilibrio.

En términos generales, se divisa una reacción a los materiales industrializados, como las melaminas, laminados, los colores fantasías - como las maderas teñidas de wengue que ocultaban las vetas- y una hegemonía de lo ecológico y lo reciclable. Se revaloriza la mano de obra artesanal, esa que sabe traducir la cultura y deja la huella en la historia local. Retornan así mantas, alfombras, tejidos, productos de mimbre. Macetas y bancos de caucho reciclado fabricados con la viruta de las cubiertas de los automóviles;  verdaderos hitos de una época que intenta educar al hombre en la protección del medio.
Si hablamos de madera sus vetas se ven relucientes, hay muebles y accesorios que se hacen con las recicladas, como es el caso de las dryftwood, que evocan con su aspecto maderas de naufragio, pulidas por la arena y la sal.  Estos muebles y objetos se entremezclan en las ambientaciones más contemporáneas, que hoy conjugan con armonía las líneas hiper modernas con toques étnicos, vintage, objetos diseño de autor y el guiño de lo noble y natural.
Para tener una idea de algunos costos, visitamos Interiorizarte un exclusivo espacio de diseño ubicado en barrio Güemes (Sr. Espacio Ayacucho 538), comandado por el diseñador Federico Conti que marcó por ejemplo:  las lámparas cuestan desde los 300 a 2800 pesos según el diseño, el tamaño y demás. Los almohadones de lana de oveja entre 310 y 510 pesos los más grandes, un puf a 1960 pesos. En la galería de fotos -autoría de Lucia Foglizzo- apuntamos algunos precios más.

Bancor cambia las reglas del juego: ¿qué son las “tribus de productos” (y por qué el modelo ágil puede cambiar la forma de hacer banca)

En un contexto donde la velocidad de respuesta es clave, el Banco de Córdoba adoptó un modelo de gestión inspirado en las grandes tecnológicas: pequeñas “tribus” que combinan talento comercial y tecnológico para crear soluciones rápidas y centradas en el cliente. Juan Pablo Mon, director comercial de Bancor, explica cómo funciona esta transformación interna que ya empieza a verse en los servicios digitales del banco.