Las historias paralelas de Brasil y la Argentina del último cuatrienio pueden ser descriptas haciendo eje en la falta de crecimiento y el cuadro crítico en el que se introdujo al sector externo.
Lo que viene puede ser complicado ya que el escenario político en Brasil es incierto y está cuestionada la capacidad de Dilma de lograr el apoyo del Congreso para seguir con el plan trazado a principios de año.
“En ese marco, es posible que exista una sobre-reacción en la devaluación del real hasta la paridad de 3,50 por dólar de los últimos días”, explica un informe del economista Jorge Vasconcelos difundido por el Ieral de la Fundación Mediterránea.
“Sin embargo, ese nivel no difiere demasiado del tipo de cambio que se necesita para reducir el déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos hasta un monto financiable por la menguada inversión extranjera directa. Por tanto, la devaluación del real es un dato que el próximo gobierno argentino no podrá ignorar a la hora de diseñar su política económica, en línea con las señales que vienen del resto del mundo, en un combo que incluye el fortalecimiento del dólar, la desaceleración del crecimiento de China y la declinación del precio de las commodities”, refleja.
Y aconseja que en lugar de esperar resultados inmediatos por el lado de la demanda, la política económica debería concentrarse en el lado de la oferta.
“Así, podría compensarse con mayor productividad y volumen exportado lo que antes se conseguía por precios. Para avanzar por el lado de la oferta de la economía conviene dar prioridad a las reformas, que a su vez requieren consenso y cooperación, tal como lo hizo Chile con la Concertación desde 1990 o como lo encaró México desde fin de 2012, con un pacto entre los tres principales partidos políticos”, dice para dar contexto político a la realidad económica.
“Para revitalizar la capacidad productiva del país, esas transformaciones estructurales deberían contemplar la eliminación de las trabas al comercio exterior, el replanteo del Mercosur, la introducción de más competencia en todos los mercados y de mejores regulaciones en aquellos con características monopólicas, el recorte en los subsidios económicos con fuertes efectos distorsivos, una conexión más directa entre los planes sociales y el trabajo y la capacitación, entre otros. Sin reformas, el único atajo conocido es el de la devaluación de la moneda, como una forma artificial de generar la competitividad que las políticas públicas son incapaces de lograr”, vaticina.
Qué debería hacer el sucesor de CFK para evitar un ajuste como el de Dilma (la visión del Ieral)
El PIB estancado desde hace cuatro años, la industria en recesión desde hace dos y el empleo privado cayendo. Déficit fiscal, caida de exportaciones y de inversiones. Esos son algunos aspectos que comparten las economías de ambos países y para algunos la república que hoy comanda Dilma Rousseff está anticipando lo que sucederá en nuestro país. De aquí a fin de año será difícil eludir la referencia brasileña de cara a las elecciones ¿podemos esquivar un ajuste como el de Brasil? La respuesta del economista Jorge Vasconcelos (Ieral), en nota completa.

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