Es innegable que el talento argentino es único en el mundo. Criados a resiliencia y a no aflojar grandes compatriotas han logrado destacar y dejar su huella en el mundo, y hoy nos toca hablar de Victoria Lopez, una cordobesa que desde chica tuvo claro su objetivo y peleó para llegar a las grandes ligas.
Hija de una diseñadora y artista y de un padre apasionado por la tecnología, Victoria creció entre pinceles y computadoras. “Mis padres fueron los impulsores de esta mezcla de tecnología y arte que me brindaron. Les debo todo. Siempre me apoyaron en perseguir lo que me gustaba”, asegura.
El clic vino cuando Victoria López tenía 12 años y su papá le regaló Los Sims. Lo instaló en la computadora familiar —“cuando todavía usábamos discos”, recuerda entre risas— y sin saberlo le abrió la puerta a un universo que marcaría su vida. “Ver a los personajes de Los Sims moverse me fascinaba. Ahí entendí que quería hacer eso: que los dibujos cobraran vida”, cuenta.
Del dibujo a Florida
Tras terminar el secundario, Victoria intentó estudiar Bellas Artes y luego Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Córdoba, pero ninguna carrera la convencía. “Me encantaba pintar, pero no me apasionaba tanto. Sentía que lo mío era otra cosa”, explica. Esa búsqueda la llevó a encontrar una escuela en Florida que ofrecía exactamente lo que soñaba: Ringling College of Art and Design, donde se formaban animadores creando cortometrajes desde cero.
La historia no fue lineal. La primera vez que aplicó fue rechazada: “No tenía portafolio, solo los dibujos del colegio. Lloré mucho, pero no me rendí”. Un año después volvió a intentar, tras meses de preparación, y fue aceptada con una beca parcial. “Esa satisfacción de trabajar por un objetivo y lograrlo fue increíble. A los 19 años me fui sola a Estados Unidos”, recuerda.
Durante los cuatro años que duró la carrera se “curtió”: estudió y trabajó sin descanso. “No iba a fiestas, no salía. Sabía que tenía que aprovechar esa oportunidad”, dice. Y valió la pena: 4 años después se graduó con honores, en la lista presidencial y su primer gran paso llegó antes de terminar: una pasantía en Electronic Arts (EA), donde participó en el desarrollo del videojuego Madden NFL.
De EA a Activision y, finalmente, a Sony PlayStation
Esa experiencia le abrió las puertas del circuito internacional. “En tercer año de la universidad ya tenía un pie en la industria”, cuenta. Luego trabajó en Steam Roller Studios, donde fue seleccionada tras realizar un exigente test de animación. “Me pidieron animar un tigre. No dormí una semana mirando videos de tigres. Dije: ‘lo voy a lograr’. Y lo logré”, recuerda entre risas.
Más tarde, su carrera siguió en Activision, participando en títulos como Call of Duty: Modern Warfare 1 y 2 y Warzone. Finalmente, en 2025, llegó la llamada más esperada: Sony PlayStation. “Entré en junio de este año. Estoy trabajando en un proyecto todavía no anunciado, pero puedo decir que es con los creadores de los grandes clásicos de PlayStation”, adelanta.
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Además, Victoria dedica parte de su tiempo a enseñar: es profesora de animación en una escuela online. “Lo loco es que doy clases en la misma escuela que yo miraba cuando era chica. Es cerrar un círculo muy lindo”, comenta.
Actualmente está reclutando estudiantes para crear en breve una serie de cursos para todos aquellos jóvenes que quieran sumarse al mundo de la animación y el diseño en videojuegos, y los interesados pueden contactarse vía mail para su postulación.
Amor, familia y trabajo remoto
En Florida conoció a su marido, Mauricio Sotolongo, un animador cubano que hoy trabaja en Meta. “Nos conocimos en la universidad, éramos vecinos de habitación. Empezamos como amigos y llevamos casi diez años juntos”, cuenta. Viven en Miami con su hija de un año y medio, trabajando ambos desde casa para sus respectivas empresas.
“Córdoba tiene talento, solo falta apoyo”
Hace unos días volvió a su tierra natal para dar la charla “Inside the game: los cinco movimientos clave de animación para videojuegos”, realizada en las oficinas de Córdoba Acelera, en Capitalinas, orientada a personas que se inician en el rubro, haciendo hincapié en las diferentes disciplinas de la animación y las 5 animaciones clave que todo animador debería saber.
En su paso por Córdoba, López reflexionó sobre el potencial local: “El talento que hay en acá es impresionante. Somos muy resilientes, no nos rendimos. Esa mentalidad es clave para triunfar en la industria”, destaca. También remarca que cada vez hay más jóvenes interesados en la animación y el desarrollo de videojuegos, impulsados por la globalización y el trabajo remoto.
Sin embargo, advierte que todavía falta estructura: “Hay mucha pasión, pero poca conexión con las grandes empresas. Falta que alguien toque la puerta y diga: armemos algo. Tenemos el talento, solo falta que nos juntemos y lo propongamos”, cuenta.
Optimista, ve un futuro brillante para la industria: “Ni siquiera llegamos a la gotita del vaso. El potencial está, solo necesitamos más educación y oportunidades para que los chicos puedan perseguir sus sueños desde acá”.