Las Empresas B argentinas emplean a más de 44.000 personas, generan ingresos anuales por US$ 5.175 millones, están presentes en 30 sectores económicos y tienen origen en 15 provincias. La mayor concentración se da en la Ciudad de Buenos Aires (110 empresas), seguida por la provincia de Buenos Aires (91), Córdoba (18) y Mendoza (17).
2025 fue además el segundo año con mayor cantidad de certificaciones desde la creación de Sistema B en 2012, solo por detrás de 2022. Entre las nuevas compañías que se incorporaron al movimiento se destacan La Anónima (la mayor Empresa B de capitales argentinos), McCain Argentina, Urbano Express, COELSA, The Food Market, Green Armor, Bagués, Meraki, Alamesa y Calm, entre otras.
El dato que refuerza la solidez del ecosistema es la alta tasa de permanencia: 68 empresas se recertificaron este año, lo que lleva el nivel de continuidad al 94%. “Esto demuestra que la certificación es una herramienta de valor para las compañías. Ser parte de una comunidad con valores compartidos es uno de los aspectos que más destacan los líderes de las Empresas B”, explica Marina Arias, directora ejecutiva de Sistema B Argentina.
Durante 2025, el impacto también se tradujo en negocios concretos: 30 encuentros de networking, más de 500 vinculaciones comerciales entre empresas certificadas y la gestión de más de 70 beneficios económicos dentro de la comunidad.
La Comunidad B reúne desde emprendimientos unipersonales y PyMEs regionales hasta grandes compañías y multinacionales, tanto de productos como de servicios. “Esa diversidad permite articular entre empresas y escalar impacto, haciendo crecer negocios que aportan soluciones reales a los desafíos económicos, sociales y ambientales”, agrega Arias.
Otro indicador del crecimiento del ecosistema es el uso de herramientas de medición. En 2025, 580 empresas argentinas comenzaron a medir su impacto a través de la Evaluación de Impacto B. En total, ya son 9.000 organizaciones en el país y 320.000 a nivel global las que utilizan esta herramienta gratuita, online y confidencial. “Muchas la usan como paso previo a la certificación, pero cada vez más la incorporan como una herramienta de gestión integral”, señala Arias.
En paralelo, Sistema B profundiza su trabajo con el sector público y privado a través de 20 alianzas estratégicas. Entre las más relevantes se destacan el Programa de Aceleración B junto a la Agencia de Desarrollo Económico de Río Negro, que permitió que 25 PyMEs inicien su camino hacia la certificación, y el trabajo con la Secretaría de MiPyMEs del Ministerio de Economía, que alcanzó a 300 emprendedores con formación en negocios de impacto.
El Movimiento B a nivel local
A nivel local, el año cierra con 18 cordobesas Empresas B, y estas son:
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Porta
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La Primera
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Pinturas Paclín
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Inpar Autoadhesivos
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Wippie
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Kazaró
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Ecoservice
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Xipa
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Desol
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Amalgama
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Aero Regenerativo
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Carbon Neutral+
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Dams
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Optimizar Forestal
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Biomass Crop SA
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Circularis
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Terra Compostaje Regenerativo
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Tingua
El Movimiento B a nivel global
A nivel internacional, 2025 estuvo marcado por un cambio clave: B Lab presentó los nuevos estándares de certificación, que entrarán en vigencia en 2026 y exigirán la gestión integral del impacto como condición excluyente, con mínimos obligatorios en siete Temas de Impacto.
El año cierra con 10.409 Empresas B en 103 países, pertenecientes a 163 industrias, que generan más de 1 millón de puestos de trabajo. “El crecimiento sostenido demuestra que no se trata de una moda, sino de un entramado productivo real”, concluyó Arias. “Cada vez más líderes entienden los modelos de negocio sostenibles como una decisión estratégica y de largo plazo”.
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