La hacen esperar en la vereda de un local (sospechados de ser sospechosos)
María Eugenia Pasquali: “Íñigo querido, vos que estás siempre con el tema de las tendencias en comercios junto a tus lectores seguramente me podrán decir si es algo que viene o justo me toca a mi esto de los comercios que atienden con las puertas cerradas y que hacen -o intentan- que esperes en la vereda.
No me refiero a mercaditos de barrios, kioscos o verdulerías que después de las 20 horas por cuestiones de seguridad atienden tras las rejas.
Me pasó dos veces, una el año pasado en un oulet de Ricky Sarkani donde no me dejaron entrar porque había -según la empleada- mucha gente en el local; y nuevamente hoy (por ayer) en un negocio de calle Buenos Aires casi Crisol donde he comprado en otras oportunidades.
Tentada por una camisa que desde la vidriera me llamaba, toqué timbre y esperé que sonara la chicharra para abrir la puerta. No pasaba nada, pero como veía a la hija de la dueña al lado del probador insistí. La señora se acercó, abrió la puerta y cuando quise entrar me dijo `puede esperar cinco o diez minutos en la vereda, porque estamos atendiendo a otras clientes´. Mientras la camisa de vidriera me guiñaba un ojo, rápidamente le dije que no, en la vereda no. Es un local grande, espacioso, iluminado, con mucha vidriera y mucha ropa de marca. Como me subió la temperatura tana, le agregué que no iba a esperar y que además si me hacía pasar al local a esperar yo no robaba. Moraleja: me quedé sin la camisa, me sentí maltratada. Perfectamente podrían poner un sillón con unas revistas y hacernos sentir unas diosas y no unas presuntas ladronas o toquetonas.
Duda: ¿será una tendencia que me había pasado desapercibida? Así no Doña Luisa, por lo menos conmigo en la vereda, no".
¿Te pasó lo que a María Eugenia alguna vez? Debate aquí.
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