Las hermanas detrás de Córdoba Gourmet lanzan “Malcriado”, su propio dulce de leche “premium” (y cordobés)

(Por Rocío Vexenat) Si hay un podio gastronómico en Córdoba, Candelaria, Luciana y Guadalupe lo ocupan con comodidad. Las hermanas detrás de Córdoba Gourmet, las pioneras del “foodie cordobés” cuando todavía ni existían los reels, acaban de dar un paso más en su imperio de recomendaciones: lanzaron su primer producto propio. Y sí, es tan goloso como su comunidad esperaba.

Ahora, además de recorrer bares, recomendar platos y contar tendencias, las creadoras del proyecto dieron un paso más: lanzaron su propio dulce de leche artesanal, al que bautizaron Malcriado. Pero antes de llegar ahí, retrocedamos un poco en la historia.


De izquierda a derecha: Guadalupe, Candelaria y Luciana Rainero, las hermanas detrás de Córdoba Gourmet.

La historia arranca allá por 2016, cuando Instagram era apenas fotos cuadradas y hashtags eternos. “Nosotras siempre fuimos muy de salir a comer. Viajábamos y usábamos Instagram para buscar lugares: hashtags, ubicación, cuentas foodie. En Córdoba no había nada parecido. Entonces dijimos: ‘che, armemos algo acá’”.

Al principio todo era mucho más tímido: iban a comer como clientas comunes, sacaban una sola foto, no mostraban la cara, y hasta pedían imágenes a amigos para alimentar el feed. Nunca imaginaron que aquel experimento se convertiría en un proyecto que hoy tiene comunidad, posición de marca y, sobre todo, influencia real en el consumo gastronómico local.

El crecimiento fue orgánico, pero con varios puntos de giro. Uno de ellos fue empezar a mostrarse: hoy, dicen, es clave, porque la gente quiere conectar con personas, no solo con platos. También fue central el salto al video: pasaron de la foto al carrusel, del carrusel al reel y, ahora, a un ida y vuelta constante entre formatos. Sostienen que la espontaneidad es lo que más funciona hoy; los vlogs, las historias del día a día y, sobre todo, los contenidos donde hay narrativa. 

¿Cómo eligen dónde ir? Antes de aceptar cualquier propuesta, hacen un pequeño “due diligence gastronómico”. Mapean reseñas de Google, revisan fotos de clientes, averiguan quién está detrás del proyecto, ven comentarios y analizan su propia percepción del lugar.



Y sobre el famoso “precio influencer”, aclaran que, aunque no existe una cámara formal, sí hay diálogo entre colegas para mantener valores coherentes, especialmente cuando marcas grandes proponen acciones para varios creadores. Entre sus colaboraciones más grandes aparecen McDonald’s, McCain, Tarjeta Naranja y Axion Energy.

Y ahora sí, la nueva criatura: Malcriado, su propio dulce de leche
La idea de tener un producto propio rondaba hace tiempo. Consideraron de todo (desde remeras hasta otros emprendimientos), pero ganó lo que tenía más sentido emocional: el dulce de leche. “Es lo más nostálgico que hay para nosotras y el producto más genuino para lanzar”, cuentan.

¿Y el nombre? Explican que nació entre varias opciones y votaciones con gente cercana. Malcriado representa ese caprichito dulce que uno no quiere compartir y también juega con la historia popular del dulce de leche, cuando a la criada de Rosas “se le quemó la leche”.

Hoy Malcriado se vende en potes de vidrio de 454 gramos y ronda los 6.000 pesos, dependiendo del punto de venta. Ya está disponible en Un Café, Cuoca, Mercadillo del Patio, Biosano y otros locales que se están sumando. También se consigue online a través de Tienda Nube y envían a todo el país.

Respecto al futuro, las hermanas tienen claro el horizonte: con Malcriado quieren sumar más productos, escuchando a su comunidad para decidir qué viene después. También buscan abrir más puntos de venta, llegar a Buenos Aires y, en algún momento, exportar: “Queremos que sea una marca muy argentina que viaje por el mundo”. Con Córdoba Gourmet, en paralelo, quieren volver a YouTube, lanzar un podcast y seguir ampliando su contenido.

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