¿Qué se puede observar a grandes rasgos? Que los autolavados de mascotas son rápidos y económicos (pero requieren que el dueño se encargue del baño) y las peluquerías caninas ofrecen comodidad (aunque a un costo más alto y con turnos programados).
Y mientras estos nuevos formatos del autolavado desembarcan en barrios como Nueva Córdoba y Valle Escondido, otro servicio —mucho más consolidado en Córdoba— sigue pisando fuerte: el baño móvil puerta a puerta. Para entender cómo conviven (y en qué se diferencian), hablamos con Lucas Mendoza, titular de Dog Truck, una de las firmas más grandes del rubro en la ciudad.
Dog Truck funciona con un sistema que, en Córdoba, ya es casi marca registrada: camionetas equipadas como peluquerías caninas móviles. Dentro del vehículo llevan bañera, agua fría y caliente, mesa, secador y todo el set de peluquería.
La dinámica es simple: se estacionan en la puerta de la casa del cliente, se conectan a la electricidad del domicilio y realizan el baño, corte o lo que necesite la mascota, sin que el perro tenga que salir del entorno que conoce. “El perro no se mueve de la puerta de la casa. Eso baja muchísimo el estrés”, explica Mendoza.
A diferencia de los autolavados, Dog Truck no requiere que el dueño esté presente. De hecho, el 90% de su cartera está en barrios cerrados, donde los propietarios dejan la casa abierta o coordinan con el personal de limpieza para el retiro del perro. “Ahorramos tiempo y evitamos traslados. Ese es nuestro mayor diferencial”, apuntan.
Hoy Dog Truck opera con tres móviles, todos al límite de capacidad, atendiendo entre 13 y 18 perros por día por camioneta. En total, superan los 45 perros diarios, todos clientes fijos que se bañan cada 15 días o una vez por semana. No toman clientes esporádicos.
En cuanto a precios, un perro chico ronda los $ 23.000 a $ 25.000; un perro grande va de $ 38.000 a $ 40.000, y razas como el bulldog francés quedan en los $ 22.000 a $ 23.000 por baño. Además, avanzan con un modelo de franquicias, donde el franquiciado compra su propia camioneta, y la marca aporta capacitación, branding y proveedores. Dog Truck trabaja, además, con marcas de shampoo, perfumes y alimentos balanceados que los auspician.
Del otro lado: los autolavados para perros (el “laverap” de las mascotas)
Mientras el servicio móvil crece y se consolida, otro modelo se vuelve tendencia: los autolavados autoservicio donde el dueño baña al perro en un box equipado.
En Buenos Aires, LaveDog —creado en el barrio de Flores— fue uno de los primeros en instalar el concepto. Funciona como un lavadero de autos pero para perros: cabina elevada, ducha presurizada, shampoo neutro, ozono y secador profesional. Los usuarios pasan, pagan por tiempo de uso y salen con el perro limpio sin transformar el baño de casa en un caos.
El sistema llamó la atención de emprendedores cordobeses, y el primer proyecto local en replicarlo fue Doggy Club, inaugurado en Nueva Córdoba. El espacio propone un formato “human-friendly”: boxes con agua caliente, guantes, delantal, secador y un área de espera confortable. El usuario hace el baño completo y solo paga el uso del box, sin turno previo.
Para perfiles jóvenes, estudiantes o dueños que prefieren encargarse ellos mismos del baño (y evitar lo que cuesta hoy una peluquería), estos espacios ofrecen un costo más bajo y disponibilidad inmediata.
La comparación: dos servicios distintos para públicos distintos
Aunque a simple vista podría parecer que compiten, lo cierto es que ambos modelos responden a necesidades muy diferentes del mercado:
| Característica | Autolavado autoservicio | Peluquería móvil (Dog Trucks) |
|---|---|---|
| Costo | Más barato | Más alto |
| Forma de pago | Por uso | Por servicio completo / paquete |
| Quién realiza el baño | El dueño | Personal profesional |
| Conveniencia para el dueño | Menor comodidad, requiere presencia | Puerta a puerta, no requiere presencia |
| Estrés para el perro | Puede ser mayor | Menor estrés |
| Servicios incluidos | Solo baño | Baño, corte y mantenimiento |
| Frecuencia recomendada | Flexible, depende del dueño | Sistema de recurrencia cada 7 o 15 días |
| Ideal para | Perros acostumbrados al baño casero | Perros y dueños que buscan comodidad y profesionalismo |
| Lógica del servicio | Urbana, de paso | Planificado, personalizado |
En palabras de Lucas Mendoza, “el autolavado funciona muy bien cuando el dueño quiere controlar todo y el perro está acostumbrado a su guía. Pero nuestro servicio apunta a la comodidad del propietario y al bienestar del perro, sin traslados ni tiempo perdido”.
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