Durante la pandemia, la arquitecta Ethy Kozak encontró en el dibujo una forma de calma y concentración. De esa práctica nació Arquilínea, una colección de juegos de cartas que invitan a recorrer la historia de la arquitectura mediante la observación, la memoria y la colaboración.
El objetivo es organizar cronológicamente obras de distintas épocas y estilos, combinando conocimiento y estrategia en versiones tanto competitivas como cooperativas. Lo que comenzó como un ejercicio personal se transformó en un proyecto colectivo, con cuatro mazos y una comunidad que crece en distintos países.
“En esos días de incertidumbre, dibujar obras de arquitectura me dio calma y disfrute. Con el tiempo, se volvió una forma de seguir pensando la disciplina desde otro lugar: el del juego y la colaboración”, cuenta Kozak.
Cada mazo propone un recorrido visual y temático distinto:
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Arquilínea 1: hasta el siglo XIX inclusive
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Arquilínea 2: del siglo XX a la actualidad
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Arquilínea 3 – ArquitectAs: dedicado a obras realizadas por mujeres arquitectas
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Arquilínea 4: Latinoamérica
El desarrollo contó con la colaboración de Paula Spritz (@juegosdelcaracol) y Paula Fränkel (@mil.trazos), quienes participaron del diseño, las instrucciones y el desarrollo visual.
El mazo ArquitectAs, presentado en la Feria del Libro 2025, nació tras la participación de Ethy en el seminario Patrimonio y perspectiva de género, coordinado por las arquitectas Carolina Quiroga e Inés Moisset. “Ese descubrimiento fue revelador. Cuando pensé en un mazo nuevo, supe que debía estar dedicado a ellas. Es también mi manera de agradecer lo aprendido y de contribuir a su visibilización”, explica.
Actualmente, la creadora prepara nuevas ediciones centradas en obras argentinas y porteñas, y proyecta repetir los torneos de Arquilínea iniciados en 2025, conducidos por Camila Fuks (@lachicadefadu).
Más que un juego, Arquilínea se convirtió en un espacio de encuentro entre la arquitectura, el arte y la memoria compartida.
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