Pensar los negocios desde la sostenibilidad dejó de ser una tendencia para convertirse en una necesidad. Con esa premisa, FUNDELO junto con CODE llevaron adelante la jornada “Cadenas de Valor Sostenibles”, un encuentro de diálogo y reflexión sobre cómo fortalecer los modelos de negocio desde la mirada del triple impacto: económico, social y ambiental.
El encuentro, realizado en el auditorio de FUPEU, reunió a empresarios, emprendedores, consultores y representantes de entidades del ecosistema productivo local. La propuesta invitó a repensar las formas de producir, abastecerse y consumir, entendiendo que cada decisión empresarial puede generar un impacto positivo en la comunidad y el ambiente.
El panel de disertantes estuvo integrado por Agustina Ortiz (Grupo Arcor), Carlota Reyna (Grupo Edisur) y Lautaro Merendemo (Coca-Cola Andina), quienes compartieron experiencias concretas de cómo la sostenibilidad atraviesa las cadenas de valor de grandes compañías argentinas.
“Cuando hablamos de sustentabilidad en la cadena de valor nos referimos a todos aquellos procesos de abastecimiento, demanda y consumo del sector privado que pueden transformarse en oportunidades de trabajo para la economía social, solidaria y emprendedora, generando al mismo tiempo un impacto positivo en el ambiente”, explicó Ariel Torti, de CODE.
Fundada hace casi diez años, CODE es una empresa social dedicada a promover la sustentabilidad en los procesos de compra y abastecimiento del sector privado. Su enfoque parte de una idea clara: los negocios pueden ser rentables y, al mismo tiempo, impulsar inclusión y cuidado ambiental.
Las empresas participantes, como Arcor, Coca-Cola Andina y Edisur, mostraron distintas formas de incorporar criterios sostenibles en su cadena de valor: desde políticas de compras inclusivas hasta proyectos de vinculación con comunidades y cooperativas locales.
Por su parte, Carlota Reyna compartió la experiencia de Edisur y su desarrollo Manantiales, en Córdoba:
“Por la magnitud del proyecto, tuvimos que transformarnos en una empresa vecina, cercana a los barrios y organizaciones del territorio. Eso nos llevó a construir vínculos genuinos con mutuales, cooperativas y movimientos sociales, aprendiendo de ellos cómo generar redes de confianza y soluciones locales.”
El encuentro permitió visibilizar que la sostenibilidad no es exclusiva de las grandes corporaciones: también las pymes y los emprendedores locales pueden ser parte. En ciudades más pequeñas, donde las empresas son “vecinas”, ya existen muchas prácticas sostenibles que —aunque no siempre se nombren como tales— construyen tejido social y ambiental día a día.
“La clave está en reconocer esas prácticas y hacerlas conscientes. Hay mucho valor en lo que ya se está haciendo, y estos espacios ayudan a multiplicarlo”, concluyó Torti.
Con iniciativas como esta, FUNDELO refuerza su compromiso con un desarrollo productivo que equilibre crecimiento económico, inclusión y cuidado del entorno. Un camino donde cada decisión empresarial puede transformarse en una oportunidad para generar impacto positivo.
“Compartir, visibilizar las prácticas de estas empresas con empresarios bellvillenses significa un primer acercamiento a este tema y una posibilidad real de motivar e impulsar prácticas sostenibles. Conceptualizar desde este enfoque y dar a conocer formas y modos de abordar el desarrollo territorial es una “punta de lanza” para que desde FUNDELO pongamos este tema en agenda de trabajo y comencemos a pensar el año 2026 con esta hoja de ruta”, expresó Ignacio Cancé, Director Ejecutivo de FUNDELO.
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