Buenos Aires suma un nuevo atractivo turístico que promete dar que hablar: a partir del 1° de noviembre, quienes visiten la ciudad (y también los propios porteños) podrán subir al Obelisco y disfrutar de una vista panorámica inédita de la capital argentina. Sí, el monumento que todos fotografiamos desde abajo ahora se podrá recorrer... desde arriba.
El debut de un clásico renovado
La presentación oficial del Mirador Obelisco se realizó durante la Feria Internacional de Turismo (FIT) en La Rural, donde el Jefe de Gobierno Jorge Macri lo definió como “un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver nuestra Ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundo”.
En el mismo sentido, Valentín Díaz Gilligan, presidente del Ente de Turismo, remarcó que el proyecto “posiciona a Buenos Aires en el circuito global de grandes miradores urbanos” y destacó el trabajo conjunto con el sector privado para hacerlo posible.
¿Cómo será la experiencia?
Dentro del Obelisco se instaló un ascensor vidriado que llevará a los visitantes hasta la cima en grupos de cuatro personas. Cada turno tendrá una duración de 15 minutos para poder disfrutar la panorámica.
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Tarifas: $ 36.000 para extranjeros y $ 18.000 para residentes argentinos (con DNI).
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Horarios: todos los días de 9 a 17.
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Entradas: ya disponibles en la web miradorobelisco.com.ar.
Vista desde el mirador 360º
El recorrido no solo promete la vista, también incluye contenido cultural y patrimonial, con información sobre la historia del monumento inaugurado en 1936 y protegido como Monumento Histórico Nacional.
Un hito con base sólida
La concesión del servicio estará a cargo de la Unión Transitoria Autotransporte Andesmar, que operará el mirador por cinco años. El canon mensual que abonará permitirá a la Ciudad recuperar la inversión en obras, que fueron realizadas preservando la estructura original del ícono porteño.
Un destino de experiencias
El Obelisco ahora se suma a la lista de atractivos de una ciudad que no descansa: 7.000 locales gastronómicos, 287 teatros, 380 librerías, 150 museos y una agenda cultural permanente que hacen de Buenos Aires un destino cada vez más competitivo en el mapa turístico internacional.