Cuando Federico Robello asegura que Guchini “va a ser la mejor sanguchería del país”, no lo dice como un sueño: lo dice como una hoja de ruta. Con solo 22 años, el mendocino (creador de contenido y emprendedor) combina dos ingredientes que explican el boom de su marca: producto simple y de calidad + contenido digital que genera comunidad (hoy son casi 73.000 seguidores).
“Guchini tiene menos de un año. Antes de abrir, ya había creado una audiencia que me seguía viendo cómo armaba un emprendimiento sin contar de qué se trataba. Mostraba todo el proceso, y la gente eligió conmigo los sándwiches. El día de la inauguración esperábamos 800 personas y llegaron 1.500”, nos cuenta Robello.
Cuatro sanguches (cero margen de error)
El menú de Guchini tiene solo cuatro opciones de sanguches (o mejor dicho “guchinis”): milanesa de pollo, mortadela con stracciatella, jamón crudo y uno vegetariano de berenjena. Todos sus productos tienen un mismo precio (hoy $ 12.500).
El local original (ubicado en San Lorenzo 577, Mendoza) no tiene delivery ni mesas: el modelo es local chico, 45 m2, take away, con un diferencial clave: la experiencia de picnic. El local está ubicado a pocos metros de la Plaza Italia, y para que sus clientes disfruten de sus productos en un espacio verde les prestan mantas y reposeras para que se sienten a comer tranquilos.
Un típico picnic Guchini.
500 sanguches por día (y subiendo)
En promedio, Guchini vende 500 sanguches diarios, y muchas veces se queda sin stock antes del cierre. “Venimos colapsando todas las noches. Con el calor, la demanda explotó”, nos reconoce Robello.
Aun así, el negocio no se explica solo por su comida: “Si tengo que dividirlo, te diría que es 60% contenido y 40% producto. Millones nos ven todos los meses, y miles vienen a comer. El contenido es la puerta de entrada; el producto define si vuelven”, nos cuenta el emprendedor e influencer que trabaja con su marca personal con la agencia boutique Zas Talents.
Toda gran marca… tarde o temprano piensa en franquicias
Y en esta etapa se encuentra Guchini. Junto a la consultora cordobesa 384 Group, la marca mendocina que está compuesta por 20 personas lanzó su sistema de franquicias, y en solo 48 horas recibió más de 500 propuestas.
El costo estimado para abrir un local de Guchini ronda los US$ 99.000, con una recuperación proyectada en 15 a 16 meses, muy por debajo del promedio gastronómico.
Córdoba, un destino inevitable para Guchini
Aunque el siguiente paso confirmado es Buenos Aires, Robello no nos oculta su entusiasmo por Córdoba: “Me interesa mucho Córdoba. El gerente general de la marca es cordobés, y el 20% de nuestros seguidores son cordobeses, sin tener aún presencia física. Es una plaza joven, con cultura foodie y movida universitaria: el lugar ideal para Guchini”.
Y durante su reciente participación en Semana 21, en la Universidad Siglo 21, Federico Robello, uno de los tres socios de Guchini con el 50% de participación ya empezó a tantear el terreno: reuniones, visitas y potenciales franquiciados.
¿Cómo imaginas Guchini de aquí a diez años? Le preguntamos para finalizar, y su respuesta fue simple y sin vueltas: “Vamos a ser la sanguchería número uno de Argentina, con presencia internacional”.
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