Aunque para muchos sea una sorpresa, el cambio no está en la receta, que sigue siendo la misma de siempre, sino en el reconocimiento formal: “Nada cambió en nuestras Lay’s: son las mismas de siempre, pero ahora certificadas”, aclara Agustina Padilla, gerente Sr. de Marketing de PepsiCo Alimentos. La frase puede sonar simple, pero encierra una transformación dentro de la estrategia global de la compañía: “El sello libre de gluten es una manera de reconocer a miles de consumidores que ya nos eligen, y de dar la bienvenida a muchos más que ahora pueden hacerlo con total confianza”, asegura Padilla.
La certificación sin TACC (otorgada bajo los lineamientos de ANMAT) se aplica a todo el portafolio disponible en el país. No es un nuevo sabor ni un relanzamiento de edición limitada. Es el mismo paquete amarillo, pero ahora con un sello que abre la puerta a un público excluido de muchos snacks: el de quienes deben o eligen evitar el gluten.
Según un informe oficial de Anmat, 1 de cada 167 adultos en Argentina es celíaco, y en la infancia la proporción es aún mayor: 1 de cada 79. Para este universo, cada vez más visible pero costoso, contar con opciones seguras y accesibles no es un lujo, es una necesidad.
Esta movida forma parte de pep+ (PepsiCo Positive), la hoja de ruta que impulsa un cambio sustentable e inclusivo desde la industria alimentaria.
Tu opinión enriquece este artículo: