Boti-k Puro logra la transición para ser “plástico cero” ($ 130 millones invertidos y una reestructuración completa de su negocio)

La empresa argentina de cosmética vegetal completó su transición hacia envases sustentables y proyecta una nueva etapa de desarrollo en 2025.

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Fundada hace más de una década de la mano de Ignacio Conde junto a Florencia Villamil Delfabro, Boti-k Puro acaba de dar un nuevo paso sustentable con la finalización de su proceso de reconversión hacia un modelo de producción “plástico cero”. La transformación implicó una inversión total de 130 millones de pesos, destinada a rediseñar envases, reformular productos y desarrollar nuevos proveedores.

“La clave fue destinar parte de nuestro patrimonio personal para preparar a la empresa para el futuro”, explicó Ignacio. Según relataron, el proyecto se basó en la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas de consumo global, aun cuando los márgenes de rentabilidad fueran reducidos en la etapa inicial.

Casi una refundación

La transición implicó una reestructuración completa del modelo de negocios. Entre los cambios, se incluyó la investigación de materiales alternativos al plástico, el rediseño de los envases, la inversión en un laboratorio propio y la búsqueda de proveedores internacionales.

El nuevo esquema de producción se concretó en un contexto que describen como complejo para las pymes argentinas, donde la inflación, la volatilidad cambiaria y la dificultad para acceder a crédito generan restricciones adicionales. “En este país, jugar de local es un mito; los negocios se sienten como partidos de visitante”, sostuvo Conde.

Uno de los aspectos centrales de la inversión estuvo enfocado en el desarrollo de proveedores internacionales y en la adecuación de los productos a las exigencias de los mercados globales. “Nos diferenciamos por invertir en tiempos de apertura en el desarrollo y conocimiento de nuevos proveedores para mejorar los envases y ajustar las fórmulas a las exigencias internacionales”, señalaron.

De cara a 2025, la compañía anticipa un escenario desafiante marcado por transformaciones en la política, la economía y las formas de consumo. “Se redefinen los modos de comprar y vender, los métodos de pago y los mercados. No todos están preparados para lo que viene ni para la velocidad de adaptación que va a exigir”, afirmaron. Frente a este panorama, aseguran que su estrategia será mantener el enfoque en la calidad, el consumo responsable y la trazabilidad de los productos.

Boti-k Puro lleva más de 10 años siendo un referente de la cosmética vegetal, un emprendimiento familiar que nació motivado por la necesidad de desarrollar productos aptos para pieles sensibles. Desde entonces, su enfoque en la cosmética vegetal y natural fue evolucionando hacia una propuesta integral de higiene consciente. Hoy, con diez líneas de productos y una estructura adaptada a estándares internacionales, proyectan una nueva etapa de crecimiento en mercados externos.

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