“El efecto se verá a mediano y largo plazo - agregó- porque hasta que comiencen los primeros embarques llevará algún tiempo, pero es un incentivo para volver a pensar en una ganadería de animales más pesados, el tipo de producto requerido para los cortes de calidad”, acotó el especialista.
La buena noticia no significará mayores inversiones, al menos en el corto plazo. Hoy el negocio de la carne vacuna está bajo un efecto prensa: por un lado el precio de la carne está estabilidazo, el de los subproductos (como el cuero) en caída libre, a la ganadería le conviene retener animales en pie y los costos internos crecen frente a un dólar planchado que no da competitividad directa en el mercado externo. “Lamentablemente las nuevas inversiones hoy dependen más de cambios en la política interna que en buenas noticias como esta”, culmina Urcía.
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