Aunque recién se encuentra en etapa de pruebas y revisiones técnicas, se prevé que el LV-KNP comience a operar durante la temporada alta de verano, reforzando rutas nacionales y regionales, una estrategia clave para absorber la demanda turística y mejorar los márgenes de rentabilidad de los vuelos cortos y medianos.
“Cada nuevo avión que incorporamos representa una mejora directa en nuestra eficiencia operativa y en la experiencia de los pasajeros”, señalaron desde Aerolíneas. “Con los 737 MAX logramos una flota más moderna, sustentable y competitiva”.
El 737 MAX ofrece 170 asientos (162 en clase turista y 8 en ejecutiva), nuevos motores y un diseño aerodinámico con winglets de última generación, que no solo optimizan el consumo de combustible sino que reducen la huella sonora en un 40%. Según datos técnicos, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de este modelo están 50% por debajo de los límites ambientales establecidos por la OACI, lo que lo posiciona como una de las aeronaves más eficientes de su categoría.
“Estos aviones nos permiten volar más, con menor impacto ambiental y con un costo operativo hasta un 8% inferior frente a otros modelos del mismo segmento”, explicaron fuentes de la aerolínea.
El nuevo LV-KNP se suma al plan integral de modernización que Aerolíneas viene implementando desde hace varios años, con foco en aumentar la productividad, mejorar la experiencia del pasajero y fortalecer su competitividad frente a otras compañías que operan en el país y la región.
Antes de fin de año, se sumará un nuevo avión más a la flota, consolidando la expansión de la compañía en un contexto de crecimiento del tráfico aéreo doméstico y regional.
El LV-KNP no solo simboliza una inversión en tecnología y eficiencia, sino también una apuesta a largo plazo por la conectividad argentina: más rutas, menos consumo y un compromiso renovado con la sostenibilidad.
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