Según el último Boletín Estadístico de la Seguridad Social de la Anses, con datos actualizados a diciembre de 2024, 3.472.849 jubilados y pensionados perciben entre $ 300.000 y $ 400.000 mensuales. Si se suman quienes cobran la mínima, casi 5,4 millones de adultos mayores en Argentina viven con ingresos por debajo de los $ 400.000.
Este panorama económico refuerza la necesidad de que las generaciones más jóvenes tomen conciencia y empiecen a construir su futuro financiero cuanto antes.
Una encuesta de la consultora Youthonomics revela que, aunque el 71% de los jóvenes argentinos considera crucial la planificación financiera, solo el 35% ha comenzado a ahorrar o invertir. “Cuanto antes se comience a invertir, mayor será el impacto del interés compuesto.
Y atenti acá: un joven que empieza a los 20 años tiene una ventaja significativa sobre alguien que lo hace a los 30 o 40”, explica Gonzalo Abalsamo, CEO de Simplestate, una plataforma de inversiones en real estate.
Actualmente, más de 9.000 usuarios de entre 18 y 35 años invierten a través de Simplestate, representando el 36% del total de los más de 25.000 ahorristas activos.
El secreto está en el interés compuesto: el interés que se calcula no solo sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses generados anteriormente. Este sistema permite que el dinero crezca de forma exponencial en el tiempo. “Es la forma ideal de generar un fondo de retiro”, indican desde la plataforma.
Con una inversión inicial de solo US$ 50 y una tasa anual del 12%, en 30 años se puede alcanzar un capital superior a US$ 175.000, según las proyecciones de Simplestate. La clave está en empezar cuanto antes.
“La nueva generación de inversores en Argentina ya está en marcha. Jóvenes que confían en la tecnología, que se educan online, y que buscan decidir qué hacer con sus ahorros. Son más arriesgados, sí, pero también más conscientes de que el futuro se construye hoy”, concluye Abalsamo.
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