"Empezamos repartiendo desde casa", cuenta Emanuel, fundador del proyecto junto a su pareja, con quien hoy maneja una estructura logística propia, más de 800 productos disponibles online, y una comunidad de seguidores fieles que destacan la rapidez, la confianza y el contenido creativo en redes sociales.
Pero lo que está generando más revuelo en los últimos días es su sistema de eco-llenado automático: cuatro dispensers en el local que, con solo apretar un botón, llenan bidones de 5 litros con detergente, jabón premium, suavizante y perfumina para pisos. El sistema todavía está en su fase de prueba, pero la propuesta ya se volvió viral.
“No hay nada así en Córdoba. Tal vez existen las típicas canillas en negocios de limpieza, pero esto es otra cosa: es automático, simple y pensado para cuidar el bolsillo del consumidor”, explica Emanuel.
La idea surgió tras observar modelos similares en Chile y Buenos Aires, pero adaptaron el concepto a un público más amplio, con precios populares y sin perder de vista la sostenibilidad. Aunque los productos que comercializan (provistos por la química Uniblanc de Villa María) no son fabricados por ellos ni necesariamente más “ecológicos” que los de supermercado, la clave está en el reuso del envase.
“Nosotros no vendemos jabones con etiquetas verdes y promesas vagas. Vendemos productos funcionales, pero apostamos fuerte al reuso del envase como práctica sostenible”, agrega.
Con más de 125 pedidos diarios gestionados en 24 a 48 horas, Limpieza Córdoba planea duplicar su volumen y lanzar un nuevo sistema de entrega llamado “Envío Full”, para quienes necesitan recibir su pedido en franjas horarias específicas. También proyectan replicar el modelo de refill en más “localcitos” físicos (aunque aclaran que su verdadero fuerte sigue siendo el e-commerce).
¿Otro diferencial? Todos los servicios logísticos son propios. No tercerizan ni el reparto ni el soporte postventa, lo que les permite tener un control total de la experiencia del cliente.
La tienda física, si bien representa apenas el 15% de la facturación, está pensada como un espacio de experiencia: café gratis, isla digital para hacer pedidos desde el celular, y una propuesta lúdica con códigos QR que otorgan descuentos y beneficios especiales. La tienda física no reemplaza lo digital, sino que lo complementa en una estrategia omnicanal pensada al detalle.
“El objetivo no es solo vender. Queremos que el cliente sienta que comprar acá es simple, confiable y hasta divertido. Ese es nuestro diferencial”, finaliza Emanuel.
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