En Mamá Baker, todo se elabora de manera artesanal y abundante: desde las masas sin gluten hasta los toppings florales. “Todo lo que ofrecemos está basado en materia prima agroecológica, orgánica, integral, vegana, sin gluten y de origen vegetal”, explica Vanesa, fundadora del proyecto. Carla, por su parte, se encarga de la gestión administrativa y comercial.
Desde su casa productiva en Salsipuedes, Vanesa y Carla elaboran unas 500 unidades de alfajores por semana como base de producción regular. Pero ese número puede escalar fácilmente cuando se preparan para ferias, festivales o eventos especiales. Cada alfajor, que pesa entre 100 y 140 gramos, es elaborado de forma artesanal, sin conservantes, con ingredientes agroecológicos y fermentos naturales.
Los alfajores incluyen opciones como el chocobomba (uno de los más vendidos), el de remolacha con colorante natural, y una versión reversionada del alfajor crocante de maní. En total, ofrecen más de 20 variedades. Además de alfajores, preparan tarta, brownies y más.
Alfajores que nutren: flores comestibles, colorantes naturales y producción a conciencia
El proceso productivo es meticuloso: cada pieza lleva varias etapas de elaboración, y todo está hecho a mano por ellas. Cabe aclarar que ambas viven y se dedican 100% a Mamá Baker. Incluso la decoración: en 2023 invirtieron en crear una huerta con flores comestibles libres de agroquímicos, que hoy forman parte de sus productos. “Contratamos a una jardinera de la zona para que nos ayudara a armar el espacio, y desde entonces decoramos con flores frescas cosechadas en casa”, cuentan.
Los precios reflejan esa elaboración: los alfajores cuestan entre $ 3.800 y $ 6.000, mientras que las porciones de tortas rondan entre $ 5.000 y $ 8.000. “Con un alfajor de 140 g podés tener varias porciones. No es lo mismo que uno de kiosco: aporta nutrición, saciedad y está pensado como un alimento completo”, explican.
Envíos, talleres y lo que se viene
Por ahora, la producción se realiza en su espacio de Salsipuedes, pero hacen envíos semanales a Córdoba Capital, Mendiolaza y Villa Allende. También participan en ferias y festivales. Debido a la creciente demanda desde otras provincias, están trabajando en la logística para poder enviar sus productos a todo el país.
¿Reventa? Por ahora, no. “No logramos que quien revende pueda transmitir el verdadero valor del producto. No es solo un alfajor vegano, sino un alimento que aporta beneficios reales. Necesitamos que quien lo ofrezca pueda comunicar eso”, aclaran.
Mientras tanto, Mamá Baker se prepara para lanzar su primer taller online de pastelería basada en plantas, que surge de una edición presencial que tuvo gran recepción. “Nos lo siguen pidiendo desde otros puntos del país. Estoy por grabar la primera parte para que más personas puedan acceder y aprender desde casa”, adelanta Vanesa.
Además, todos los sábados dicen presente en la Feria Agroecológica de Villa Allende, donde quienes se acercan pueden degustar y comprar sus productos. Pero Mamá Baker va mucho más allá de lo que se ve en la mesa: “No hacemos moda, hacemos la pastelería del futuro”, resumen, convencidas de que están construyendo una comunidad en torno a la alimentación consciente.
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