La zona presenta una combinación ideal: calles arboladas, tranquilidad y un fácil acceso desde distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, la explicación también es inmobiliaria: “Hace 20 años no había residencias en la zona sur, y en barrio Jardín fueron las primeras en instalarse. Hoy, con la cantidad de casas grandes disponibles y familias que se mudan a barrios cerrados, muchas propiedades se reconvierten para este tipo de emprendimientos”, explica Carlos León, titular de Jardín del Edén, una de las instituciones referentes del sector.
¿Cuánto cuesta un geriátrico en Barrio Jardín?
Los precios en la zona varían según los servicios que ofrecen, el nivel de personalización del cuidado y el tipo de habitación (privada o compartida). Los valores relevados con diferentes instituciones indican que las tarifas oscilan entre $1.300.000 y $3.000.000 mensuales.
Jardín del Edén: cuenta con 11 habitaciones con baño privado y capacidad para 22 residentes. Su tarifa ronda los 2 millones de pesos mensuales.
Residencia Villa Paz: con capacidad para 15 personas,con habitaciones individuales, dobles y triples que parten desde $1.300.000, incluyendo atención médica, enfermería, estimulación cognitiva y actividades lúdicas.
Desbiens y Altos de Espinosa manejan valores que rondan los 3 millones de pesos. Además de ofrecer servicios integrales, incluyen propuestas como cocina gourmet, spa, beauty center y gimnasio. En el caso de Altos de Espinosa, se destacan también por incorporar recursos innovadores como talleres de lápiz 3D y sistemas de rehabilitación avanzada con equipamiento Motmi.
“Las herramientas tecnológicas no son solo para entretener, sino que estimulan la motricidad y la creatividad. La tecnología se convierte en una aliada para el bienestar emocional y físico de nuestros residentes”, señaló Agustin Balcells desde Altos de Espinosa.
Las instituciones también destacan el rol que cumple el entorno físico. “Una casa grande con patio no es sólo estética, es funcional. Permite que los residentes se mantengan activos y se sientan en un ambiente familiar, no institucional”, señala Florimar Gil desde Villa Paz.
Un negocio con alta inversión y alta exigencia
Abrir y mantener un geriátrico no es una tarea simple ni económica. Las habilitaciones, incluida la municipal, exigen una serie de requisitos legales y técnicos: desde normas sanitarias, seguridad edilicia, control bromatológico, hasta protocolos ante incendios y disposición de residuos patógenos. Además, el mantenimiento mensual de una estructura grande, sumado a los sueldos del equipo de trabajo, eleva considerablemente los costos fijos, superando los 15 millones de pesos.
En Barrio Jardín, la concentración de residencias no se percibe como una amenaza directa. Por el contrario, muchos coinciden en que la sana competencia eleva la vara de calidad y obliga a profesionalizar cada vez más el servicio. “El que elige por precio se puede llevar una sorpresa. El que busca calidad, sabe lo que paga”, afirma Gonzalo Pizano responsable de residencia Desbiens.
Actualmente, los geriátricos relevados albergan entre 12 y 22 personas por institución, lo que proyecta una población de más de 130 adultos mayores en el barrio, con un promedio de ocupación alto durante todo el año.
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