Karina Rabolini saca sus vendedoras a las calles de Córdoba.

La marca Karina Rabolini entró en fase II: la primera etapa fue el start up, la definición y el lanzamiento de las líneas de productos de belleza y fragancias que venden en farmacias y perfumerías y a la que luego sumaron gafas y el canal de ópticas. Pero Karina Rabolini (la persona) y sus socios (ex Revlon) vienen por más: lanzaron un catálogo de venta directa con productos distintos a sus líneas de perfumerías, farmacias y ópticas, y luego de su primera prueba en Buenos Aires llegan a Córdoba. En formato revista y con casi 100 páginas, el catálogo tiene un mix de indumentaria básica, ropa interior y cosméticos.
- ¿Se les acercan revendedoras de Avon, Vanesa Durán y otras compañías?
- Viene gente de varios lados. De la venta directa, gente que se identifica con Karina, gente que se acerca por primera vez a esto -explica Corina Marozof, gerenta de marketing de la empresa.
- ¿La venta directa impactará mucho en el desarrollo de la empresa?
-
Muchísimo. Ya tenemos unas 3.000 revendedoras (casi todas en Buenos Aires) y los planes para este año son pasar de $ 26 millones en ventas a $ 35 -completa Ramiro San Pedro, socio y director comercial de The Value Group, titular de la marca.

Riderboost, la startup cordobesa que potencia a los repartidores con un kit eléctrico para su bicicleta (ya trabaja con PedidosYa!)

(Por Rocío Vexenat) En plena pandemia de 2020, dos jóvenes cordobeses de apenas 23 años, Matías y Lautaro, idearon un proyecto con una meta clara: ofrecer una alternativa de movilidad más segura y sustentable. Así nació Riderboost, un emprendimiento tecnológico que convierte cualquier bicicleta convencional en una bici eléctrica mediante un kit de instalación rápida. Ya trabajan con PedidosYa! y sueñan con ser la startup de micromovilidad más grande de Latinoamérica.

18 de agosto: Día Mundial del Pinot Noir, y una joya para brindar

Este lunes 18 de agosto se celebra el Día Mundial del Pinot Noir, una ocasión perfecta para honrar una variedad famosa por su elegancia, sutileza y expresión del terroir. Y, qué mejor manera de hacerlo que con un espumante rosado que captura toda la gracia de esta uva: Rosell Boher Rosé.