Gallará no se conforma con el techo: ahora van por paredes, pisos… ¡casas!

Hace pocos días la gente de Gallará decidió lanzarse a un negocio, hasta ahora, desconocido para los cordobeses: la construcción de casas con una técnica poco convencional. El nombre comercial es “sistema de construcción” porque “un sistema constructivo es mucho más que un ladrillo puesto uno encima del otro, sino que se basa en elementos premoldeados de hormigón con alta calidad de terminación. Una casa así es indestructible, mucho más segura y rápida de construir -explica Guillermo Gallará-; una casa que normalmente se hace en un año, puede levantarse en 4 meses”. El sistema permite obras livianas y adaptables a cualquier proyecto gracias a la combinación de tecnología y estandarización de piezas con variantes funcionales y estéticas.
En pocos días más comenzarán una agresiva campaña publicitaria del producto y mientras tanto piensan en alianzas estratégicas. “Nuestra idea es hacer sinergia con los desarrollistas para que no solamente ofrezcan el lote, sino que también tengan la posibilidad de vender la casa y el lote”, se entusiasma Gallará.
Hace poco más de un mes comenzaron a construir la primera casa, pero la meta para este 2010 es llegar a construir más de 30.

Riderboost, la startup cordobesa que potencia a los repartidores con un kit eléctrico para su bicicleta (ya trabaja con PedidosYa!)

(Por Rocío Vexenat) En plena pandemia de 2020, dos jóvenes cordobeses de apenas 23 años, Matías y Lautaro, idearon un proyecto con una meta clara: ofrecer una alternativa de movilidad más segura y sustentable. Así nació Riderboost, un emprendimiento tecnológico que convierte cualquier bicicleta convencional en una bici eléctrica mediante un kit de instalación rápida. Ya trabajan con PedidosYa! y sueñan con ser la startup de micromovilidad más grande de Latinoamérica.

18 de agosto: Día Mundial del Pinot Noir, y una joya para brindar

Este lunes 18 de agosto se celebra el Día Mundial del Pinot Noir, una ocasión perfecta para honrar una variedad famosa por su elegancia, sutileza y expresión del terroir. Y, qué mejor manera de hacerlo que con un espumante rosado que captura toda la gracia de esta uva: Rosell Boher Rosé.