Hace poco más de un mes, la escena gastronómica cordobesa celebró la apertura de Bodegón Silvestre, una propuesta que redefine el concepto tradicional con un giro moderno y una experiencia integral para sus visitantes.
Ubicado en la esquina de la avenida Carlos F. Gauss al 5795, este emprendimiento es el sueño materializado por tres amigos de toda la vida: Felipe Serrano, Luciano Vázquez y Uriel Berelejis.
El proyecto, que se gestó durante un año y medio, nació de la visión de sus fundadores por crear un espacio distinto que alcanzará las expectativas del público exigente de hoy. Entendieron que con lo gastronómico no basta, así que en vez de experimentar con el menú, se jugaron por las experiencias más allá de la mesa.
Silvestre no se limita a las horas de almuerzo y cena. Por las mañanas y tardes, el lugar se transforma en un café de especialidad, donde se pueden disfrutar desde las clásicas medialunas y croissants hasta opciones más contemporáneas como avocado toast. Este mix entre lo nuevo y lo tradicional argentino es uno de los pilares del concepto.
El menú, si bien mantiene una base de platos tradicionales y abundantes al estilo de la "comida de abuela", se irá actualizando con nuevas incorporaciones que atiendan las sugerencias de los clientes. Además, de lunes a viernes, ofrecen un menú ejecutivo con opciones del chef, saludables y vegetarianas, mientras que los fines de semana al mediodía suelen proponer alternativas "a la llama".
La elección de la ubicación fue clave. Los socios buscaban un lugar con espacio al aire libre y rodeado de naturaleza dentro de la ciudad, un concepto que consideran que escasea en Córdoba. La comodidad del cliente también es una prioridad, por lo que cuentan con estacionamiento propio, un plus considerable en la zona.
"Perfectamente Imperfecto": actividades y eventos en Silvestre
Silvestre busca ser más que un lugar gastronómico. Además de su propuesta de restaurante y café, cuenta con un salón para eventos privados, ideal para cumpleaños, bautismos, reuniones empresariales o cualquier tipo de celebración. Pero la innovación no termina ahí: el espacio también se adapta para albergar talleres y actividades recreativas, como clases de yoga o cerámica.
Esta búsqueda de valor agregado más allá de lo gastronómico se traduce en una agenda constante de actividades, muchas de ellas tercerizadas con profesionales y comunicadas a través de las redes del restaurante. La idea es que Silvestre sea un destino al que la gente "venga, lo disfrute, se sienta, pasee, vea las flores, coma bien y además tenga una actividad recreativa", sostienen sus fundadores. Su lema, "perfectamente imperfecto", encapsula esta adaptabilidad a distintas situaciones en un mismo lugar.
Mirando al futuro
Con apenas un mes de vida, Bodegón Silvestre ya ha logrado una buena respuesta, y lo que más enorgullece a sus creadores es la cantidad de clientes que regresan. "Que vuelvan una segunda, una tercera vez, habla de que el lugar les gustó", destacan.
A futuro, la visión de los fundadores es ambiciosa. La idea es establecer este local como el "local insignia de la marca" y, a mediano o largo plazo, abrir más sucursales, ya sea réplicas a gran escala o "Mini-Silvestres" distribuidos por Córdoba o incluso el resto de Argentina.
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Rochi García :
muy buen artículo! habla muy bien de este lugar y me da ganas de ir.
pamela french :
Muy linda descripcion!!