A la mañana en Córdoba, a la tarde en Ocean Drive (con el vuelo de American Airlines sin escalas)

(Por AA desde Miami) AA 224 es el número de vuelo. El Boeing 767-300 con capacidad para 209 pasajeros despegó del Aeropuerto Ambrosio Taravella ayer a las 10:06 con más del 95% de ocupación. Mi experiencia en clase ejecutiva, en esta nota.

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Ayer los cordobeses coparon el vuelo AA 224 de American Airlines con rumbo a Miami. Hasta el vicegobernador electo Manuel Calvo viajó junto a su familia.

El Boeing 767-300 despegó del aeropuerto de Córdoba a las 10:06 con 181 pasajeros en clase turista y 21 en ejecutiva (el avión tiene capacidad para 209 personas).

Mi asiento era el 5G de “Flagship business” (la clase ejecutiva de la aerolínea). Una vez en el aire, el personal de a bordo (8) repartió el menú para el almuerzo, ¿las opciones?

Plato principal:

  • Lomo de res a la plancha (puré de camote, espárragos asados, mantequilla de chile ahumado)
  • Pechuga de pollo con costra de queso parmesano (pimientos salteados, polenta a la plancha, concasse de tomate).
  • Ragú de camarón, calamar y pescado de carne blanca (cuscús, aceitunas negras, espinacas salteadas, salsa de tomate asado con mariscos). ¡Yo elegí está y estaba muy buena!
  • Pasta Penne con vegetales asados (calabacín asados, calabaza y pimientos, salsa de tomate asado, queso parmesano).

Postre:

  • Copa de helado tradicional
  • Platos de quesos gourmet
  • Tarta de mango

Luego de almuerzo podía optar entre una siesta (con asiento en 180 grados y me esperaba con almohada y manta), mirar películas o series o escuchar música en la tableta con auriculares. Aquellos adictos al celular o quienes necesitan trabajar puede cargar sus equipos electrónicos en el asiento y utilizar wifi, aunque no es gratis, tiene un costo de US$ 19 durante todo el vuelo.

A las 17:00 llegó la merienda: frutas, sándwich o empanada (ambos de carne) y bocaditos de coco que se podían acompañar con infusiones o bebidas frescas .

Finalmente, el avión aterrizó en suelo miamense a las 17:14 (hora local). La ciudad nos recibió con un cielo nublado pero con calor.

La verdad que el vuelo se pasó volando, ¡literal!

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