Se trata de un envase muy versátil, diseñado para contener preparaciones a base de tomate, vegetales, comidas listas, sopas, salsas, comidas para bebés, alimentos húmedos para mascotas, patés, hummus, frutas en conserva, entre otros, que combina seguridad alimentaria, vida útil prolongada y un menor impacto ambiental. Su estructura permite un procesamiento térmico que asegura la inocuidad del alimento, sin necesidad de conservantes.
A nivel logístico, este envase presenta varias ventajas competitivas: es más liviano, apilable y eficiente en el transporte, lo que permite optimizar costos y reducir la huella de carbono. Su diseño rectangular logra hasta un 30% más de eficiencia en transporte y almacenamiento, y puede reducir hasta en un 60% las emisiones de carbono asociadas a la logística. Además, al estar compuesto principalmente por cartón proveniente de fuentes renovables, representa una opción alineada con los principios de economía circular que vienen adoptando cada vez más empresas del sector.
Cambios en el packaging y en los hábitos de consumo
En los últimos años, el interés de los consumidores por envases más sostenibles, prácticos y fáciles de almacenar está en crecimiento, al igual que la demanda de alimentos sólidos y conservas listos para servir, tanto en el hogar como fuera de él. En ese contexto, esta nueva generación de envases se presenta como una herramienta clave para responder a las exigencias de un mercado que valora la innovación y el compromiso ambiental.
Este envase permite aprovechar hasta un 40% más de espacio en góndola y almacenamiento, lo que facilita tanto la exhibición como la logística de las marcas. A ello se suma una mejor visibilidad gracias a sus cuatro caras imprimibles, que ofrecen mayores oportunidades de comunicación.
Otro diferencial importante es que el envase tiene un troquelado que simplemente se dobla y permite una apertura cómoda y segura.
Tendencias que marcan el camino
La incorporación de este tipo de soluciones en América Latina es parte de una tendencia más amplia de transformación en los sistemas de envasado, impulsada por regulaciones ambientales, mejoras tecnológicas y una mayor conciencia por parte de empresas y consumidores. En sintonía con los países europeos y asiáticos que ya avanzan en la implementación de este tipo de formatos, en Argentina, más de 20 marcas ya sumaron Tetra Recart para el envasado de alimentos sólidos y conservas.

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