Cuando ha pasado casi una semana de la 29ª Fiesta de las Comidas Típicas, la Municipalidad de Colonia Caroya difundió datos estadísticos del encuentro, entre ellos el impacto económico que significó el mismo.
Se confirma que se recaudaron unos 250 millones de pesos; la cifra incluye no solo el consumo dentro de la carpa —donde se sirvieron unos 5.000 platos— sino también el gasto en emprendedores, restaurantes, bares y la hotelería local, que alcanzó una ocupación del 85 % durante el fin de semana. El gasto promedio por grupo familiar rondó los $44.000, con el 95 % de los visitantes calificando los precios como razonables.
Entre los platos más elegidos y mejor puntuados por los comensales destacaron el frico, el chorizo con polenta, la bagna cauda y los postres tradicionales. La gran novedad fue la incorporación de pastas a la carta, que representaron el 20 % de los pedidos, en respuesta a las demandas recogidas en la edición anterior. La mitad de los asistentes, además, no se fue sin comprar salame caroyense.
A propósito, consultados los elaboradores que tuvieron a cargo el stand de venta, confirmaron que se vendieron, entre picadas y venta al público por kilo, unos 250 kg.
El perfil de público mostró que el 90 % de los visitantes fueron cordobeses (capital e interior), un 10 % llegó de otras provincias y hasta hubo turistas internacionales. Llama la atención que el 43 % visitó Colonia Caroya por primera vez y el 20 % decidió pernoctar en la ciudad, lo que refuerza el efecto multiplicador en la economía local.
En cuanto a la organización, el 80 % de los encuestados le dio la máxima calificación, destacando especialmente la limpieza, la atención de los vendedores y el espacio de emprendedores. Como sugerencia, algunos pidieron sumar opciones veganas, vegetarianas y variedades de pizza italiana.
El dato más alentador: el 99 % aseguró que volvería tanto a Colonia Caroya como a próximas ediciones de la fiesta. Un indicador claro de que la gastronomía típica, cuando se combina con hospitalidad y buena organización, se convierte en un motor económico y cultural imbatible para la región.
Para la organización hay mucho por mejorar, como la cantidad de puestos disponibles, mozos y espacios (sillas y mesas), ya que tanto el sábado 16 como el domingo 17 de agosto se agotaron los lugares, por lo que muchos llenaron restaurantes y parrillas de la misma Caroya, Jesús María, Sinsacate y Sierras Chicas.
La fiesta ya cuenta con la marca Origen Colonia Caroya y se proyecta a crecer aún más, según Paola Nanini, intendente actual de la ciudad, quien en 2024 tomó la decisión de rescatar el encuentro tradicional: “La fiesta llegó para quedarse, vinculando instituciones, privados y Estado, en una articulación público-privada”.
La ciudad se enfocará ahora en octubre, cuando se haga la Fiesta Provincial del Salame Casero, otro evento muy convocante que tendrá lugar bajo la arbolada de la Avenida San Martín y se organizará con el Club Agraria Colón y el aporte de los chacinadores con certificación de origen.
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