Jue 31/10/2013
(Por Matías Ghidini, gerente General de Ghidini Rodil ) En épocas de economía volátil y entorno inflacionario, lógicamente el acento e interés del ejecutivo suele caer en el aspecto monetario de la compensación. Y es entendible.
Pero atención: las variables llamadas soft, relegadas entonces por el foco monetario, tienden a quedar en el olvido y pocos profesionales recuerdan que son esas variables las que muchas veces acaban detonando la salida de un empleado de la organización.
Situaciones como estás suelen acabar colmando el vaso de ejecutivos que terminan dando un portazo:
· Un jefe con mal carácter y/o valores opuestos a los del colaborador.
· Un entorno de trabajo excesivamente competitivo y hasta desleal.
· Una oficina demasiado alejada del hogar, con viajes extenuantes y extensos.
· Una empresa sin reglas claras y sobre cómo se consiguen ascensos.
· Compañeros que no fomentan el trabajo en equipo y recelan información o apoyo.