Los tiempos donde el auto era un esqueleto analógico y mecánico ha ido quedando atrás para convertirse en un híbrido que combina lo mejor de la mecánica con lo mejor de la tecnología.
No es un dato menor el ejemplo de que antes todo auto se podía reparar con un par de piezas y que ahora todo pasa por llevarlo a un centro especializado que se conecta a la CPU del vehículo para ver el estado general, un proceso quizá más certero, pero a la vez más costoso que le “quita mística” al taller de antaño.
¿Pero qué es hoy un auto conectado?
Se considera "auto conectado" a cualquier vehículo que, mediante hardware y software integrados, puede intercambiar datos con internet, otros dispositivos o servicios en la nube de forma continua o periódica.
En la práctica, suele implicar que el auto esté vinculado a una plataforma digital de la marca y a una app móvil que permite controlar y monitorear funciones del vehículo, algo que solemos ver en las principales marcas de automóviles del mundo.
El fenómeno en Argentina
Una de las marcas pioneras fue Chevrolet, con la llegada de OnStar en sus vehículos, allá por 2017 con el Ágile, que permitía algo novedoso en aquel entonces que era la localización GPS en tiempo real, diagnóstico del vehículo, llamada de emergencia, encendido y bloqueo remoto y hasta Wi-Fi a bordo.
Un concepto que llegó para quedarse y que hoy está presente en todo el line up 2025 de sus modelos, como lo son la nueva S10, Silverado y Montana.
Pero no solo los norteamericanos tienen esta tecnología, también los japoneses, de la mano de Toyota, trajeron al país Toyota Servicios Conectados, disponible en diferentes versiones de Hilux, Corolla, Corolla Cross y SW4.
Otra marca es Ford, que desde el lanzamiento de la Ranger 2023 ha incorporado FordPass a todos sus vehículos desde entonces, respetando el mismo concepto que sus colegas: un servicio que ofrezca opciones en remoto, diagnósticos y personalización para el usuario. Actualmente es la única marca en Argentina que ofrece todo su lineup de vehículos conectados.
Todo muy bonito, pero… ¿y la privacidad?
Un tema que toca de lleno a esta hiperconectividad, ya que estamos hablando de un servicio que no solo recopila el nivel de aceite, sino también nuestros patrones de uso, que tocamos, cuando, como, a donde vamos, es decir, cualquier acción que hagamos con el auto.
A ver, que no es nada que esté en los términos y condiciones de uso de un servicio tal, pero la idea de que cada automotriz ahora recopile desde ubicaciones y hábitos de conducción hasta datos técnicos y personales no es algo que agrade a muchos… ¿La diferencia clave? el nivel de transparencia, el control del usuario, y si los datos se comparten o monetizan, cosa que, si bien ninguna marca dice ya han surgido varias polémicas en diversos países donde muchas han sido multadas por prácticas poco transparentes.
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