Durante una semana, Córdoba fue sede del America’s Competitiveness Exchange (ACE), una iniciativa impulsada por la OEA junto al Departamento de Estado y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Este programa busca conectar a referentes gubernamentales, empresariales, académicos y de la sociedad civil de todo el continente, promoviendo alianzas que aceleren la innovación, la cooperación científica y el desarrollo económico sostenible.
InfoNegocios: Esta no es tu primera vez en Córdoba. ¿Cómo estás viviendo estos días?
Kim Osborne: Me encanta esta ciudad. Es mi segunda visita y he visto un enorme crecimiento. Llevamos tiempo trabajando con Córdoba, especialmente con el ministro Guillermo Acosta, y hoy celebramos que la provincia sea parte de nuestra red de Centros de Excelencia, con foco en tecnologías transformadoras para la economía circular.
IN: ¿Por qué Córdoba fue elegida como sede de esta edición del ACE?
KO: Porque tiene un ecosistema muy especial: dinámico, colaborativo y con una conexión real entre el sector público, el privado, la academia y la comunidad. Aquí se vive la economía circular, no solo se discute. Y ese enfoque integral fue clave para la elección.
IN: ¿Qué hace la OEA y cuáles son sus objetivos principales?
KO: La OEA trabaja para promover la democracia, la paz, la seguridad y el desarrollo integral en las Américas. Dentro de esa misión, mi Secretaría se enfoca en generar programas y políticas que mejoren la vida cotidiana de las personas: desarrollo sostenible, educación, crecimiento económico inclusivo, fortalecimiento institucional y cooperación técnica.
En términos prácticos, buscamos construir capacidades humanas e institucionales para que los países y las comunidades puedan ofrecer oportunidades reales: empleo de calidad, educación efectiva, servicios públicos y participación ciudadana. Todo esto con el fin de consolidar democracias más sólidas y sociedades más justas.
IN: ¿Qué busca la OEA con programas como el America’s Competitiveness Exchange?
KO: Con ACE queremos conectar actores (gobiernos, empresas, universidades y sociedad civil) para facilitar transferencia de conocimientos, atraer inversión, generar alianzas y escalar soluciones innovadoras. No venimos a imponer recetas; venimos a identificar fortalezas locales y ayudar a convertirlas en proyectos con impacto real.
IN: ¿Qué indicadores utiliza la OEA para medir el desarrollo integral?
KO: No trabajamos con un indicador puro ni único. Medir el desarrollo depende del punto de partida de cada comunidad o región. Por eso combinamos múltiples dimensiones: acceso y calidad educativa, empleo digno, equidad e inclusión, sostenibilidad ambiental, capacidades institucionales, y participación ciudadana.
Lo que hacemos es comparar dónde estaba una región con dónde está después de una intervención: ¿se movió la aguja? ¿Hubo mejoras concretas y sostenibles en la vida de las personas? Este enfoque contextualizado evita las comparaciones injustas entre territorios con realidades diferentes. En resumen: la pregunta clave no es “¿qué indicador está en rojo o verde?”, sino “¿qué progreso se logró desde el punto de partida y qué intervenciones generaron ese avance?”.
IN: ¿Cómo seleccionan los lugares donde se implementan las iniciativas?
KO: Miramos tres cosas: qué está haciendo bien el territorio, cuánto está dispuesto a compartir su experiencia y qué lo hace diferente. Córdoba tiene innovación, espíritu emprendedor y una comunidad que colabora. Como alguien me dijo aquí: “Pensamos distinto, pero actuamos juntos”. Y eso lo resume todo.
IN: ¿Qué tipo de intervenciones realiza la OEA sobre el terreno?
KO: No financiamos obras como un banco; nuestro aporte es técnico e institucional: diseño de políticas, fortalecimiento de capacidades locales, apoyo a la investigación aplicada, formación de talento humano y creación de redes de cooperación. Esto permite que luego otras fuentes, públicas o privadas, puedan invertir con mayor efectividad y sostenibilidad.
IN: ¿Qué fue lo que más te llamó la atención en esta visita a Córdoba?
KO: La energía de la gente. Hay un orgullo enorme por ser de Córdoba, un deseo genuino de mejorar y una participación activa de los jóvenes en puestos de liderazgo. Eso demuestra que el futuro se está construyendo ahora.
IN: ¿Y cómo ves la evolución de la provincia desde tu primera visita?
KO: Cuando conocí al gobernador en Washington (cuando aún era intendente), ya tenía una visión clara de posicionar a Córdoba como un polo de innovación y sustentabilidad. Hoy esa visión se está materializando: lo vimos en Agritech, en John Deere, en Bio4. Proyectos que integran tecnología, sostenibilidad y compromiso con la comunidad demuestran una estrategia coherente y sostenida.
IN: Para cerrar, ¿qué te llevás de esta edición del ACE?
KO: Me llevo inspiración. La gente de Córdoba tiene una energía especial y un sentido de comunidad admirable. Aquí el diálogo se transforma en acción, y esa coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es lo que realmente impulsa el desarrollo.

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