Y sí, ser cheto sale muy caro: $ 50 una cerveza y $ 12 cada empanada

El lugar está bueno, los dueños son amabilísimos y el enclave -en pleno corazón de barrio Güemes- es cómodo.  De hecho la experiencia que tuvimos con el equipo de Clima de Negocios en Mercado Central este miércoles fue muy buena... hasta que llegó la cuenta.
Pensando que había un error la leímos y -sin error alguno- la reproducimos.
- Cerveza Stella Artois de 970 cc. $ 50 (costo $ 14.35, markup 348%)
- Empanada $ 12 (costo estimado $ 2, markup 600%) 
- 150 gr. de salame $ 35 (costo de un salame premium por kilo $ 100, -porción $ 15-, markup 233% )
- 100 gr. de jamón $ 35 (costo de un buen jamón por kilo $ 180, -porción $ 18-, markup 194% )
- 150 gr. de queso gruyere $ 40 (costo de gruyere por kilo $ 140, -porción $ 21 -, markup 190% )
Según nuestros cálculos, el ticket de $ 258 que pagamos generó una rentabilidad bruta directa (sin gastos fijos ni personal) de $ 167.30, es decir, lograron un markup promedio de 284.50%.
Cuando le contamos el "incidente" a Flavio Olivier, editor de InfoHombres, nos tiró la reflexión que nos motivó el título: Es así, ser "cheto" sale muy caro.
(Debatamos el tema con respeto y mente abierta en nota completa).

Apuran obras por US$ 2.000 millones para exportar gas a Brasil desde Vaca Muerta (cuál es el plan)

El potencial exportador de Vaca Muerta vuelve a poner en evidencia un problema que el sector energético arrastra desde hace años: la falta de infraestructura para mover grandes volúmenes de gas hacia los mercados de la región. Para concretar el objetivo de abastecer a Brasil con contratos firmes y de largo plazo, la Argentina necesita construir un nuevo gasoducto troncal valuado en más de US$ 2.000 millones, según la hoja de ruta que empezó a acelerar Transportadora de Gas del Norte (TGN).

Del pozo al panel de control en la nube con Teracloud

En el sector del petróleo y el gas, los datos llegan con retraso o se pierden en múltiples sistemas desconectados. Cada minuto que pasa sin información confiable representa una decisión demorada y una oportunidad desperdiciada. En regiones como Vaca Muerta, donde la eficiencia define la competitividad, digitalizar la operación con tableros de control en la nube ya no es una apuesta al futuro: es una necesidad inmediata.