Una interpelación al Camarada Biain

Alejandro: “Íñigo... ¿te estás contagiando del vocabulario setentista? ¿`amigos ricachones´; `fuerte impuesto a la herencia´;`eternizar la propia fortuna de manera poco productiva´? Me parece que más que buscar mecanismos de redistribución, estos niños economistas lo único que logran es alimentar la voracidad fiscal, disfrazándola con argumentos de equidad y federalismo. Creo que lo que necesitamos es incentivar la producción, disminuir la desmesurada presión tributaria de nuestro país y permitir a quienes pueden invertir obtener una rentabilidad atractiva. ¿Cuántas veces seguiremos teniendo que explicar que ganar dinero no es pecado?" (NdelE: no tendré que ser yo quien aclare que ganar dinero no es pecado, ¿verdad? Pero también hay que admitir que en la lucha por desigualdad nosotros -como parte de clase que mejor está y tan vecinos a los dirigentes- tenemos muchas materias pendientes. Algunos creerán en el “derrame” y otros pensarán distinto. Yo digo: distribuir el ingreso no alcanza para ir más rápido contra la desigualdad y hay que distribuir (un poco, no se asusten) la riqueza. Y para ello -opino- un impuesto a la herencia es una herramienta interesante. Claro que no pienso en que se deba gravar la “casa del nono”, sino aquellas herencia superiores ¿al millón de dólares?).

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Bancor cambia las reglas del juego: ¿qué son las “tribus de productos” (y por qué el modelo ágil puede cambiar la forma de hacer banca)

En un contexto donde la velocidad de respuesta es clave, el Banco de Córdoba adoptó un modelo de gestión inspirado en las grandes tecnológicas: pequeñas “tribus” que combinan talento comercial y tecnológico para crear soluciones rápidas y centradas en el cliente. Juan Pablo Mon, director comercial de Bancor, explica cómo funciona esta transformación interna que ya empieza a verse en los servicios digitales del banco.