Cómo ser del 5% que saca provecho de sus inversiones bursátiles

(Por Ruben J. Ullúa – Asesor y Analista de Mercados Financieros)  En la columna de la semana pasada hicimos referencia a la situación con la que se encuentra el pequeño y mediano inversor al momento en invertir en el mercado bursátil, donde existen participantes con gran poder de capital, que muchas veces pueden utilizar dicho poder en beneficio propio, impulsando rumores o a veces generando recomendaciones, que estimulen el apetito comprador o vendedor del pequeño inversor, y así poder sacar provecho de la situación.
¿Cómo participar entonces de un mercado donde sólo una minoría saca provecho de las oportunidades?
Según dicen, sólo el 5% de las personas que invierten en bolsa logran tener éxito de manera sustentable en el tiempo. Sin embargo, ¿se han preguntado a qué se debe esta situación?
Bueno, la respuesta es que un gran porcentaje tiene que ver con el desconocimiento y otro porcentaje, no menor, tiene que ver con la mala gestión del capital.

Cuando hablo de desconocimiento, no me estoy refiriendo a la práctica operativa de comprar o vender un activo financiero, sino a todo lo relacionado con la forma de accionar y reaccionar que tienen los mercados a los distintos estímulos que va recibiendo; ello son las noticias, los rumores, el ingreso de nuevos capitales, las proyecciones por parte de los analistas, etc.
El principal factor que afecta el comportamiento de los precios, sin dudar, son las expectativas que tienen los inversores sobre el futuro inmediato de la economía, política o bien, sobre el mismo activo en cuestión. Cuando el mercado sube, nos muestra un estado de ánimo comprador por parte de los participantes, que los lleva a considerar sobre un futuro más prometedor de los activos a los cuales invierten. Sin embargo, hay un problema, la información sobre la tendencia en curso de un mercado no es recibida, ni captada por todos los participantes al mismo momento y ello ya se convierte en una ventaja comparativa para quienes se encuentran inmersos en el negocio. El pequeño y mediano inversor, generalmente cuenta con otra actividad principal y por tal motivo, cuando le llega la información o el conocimiento de una tendencia principal en curso (alcista o bajista), muchas veces esta tendencia ya ha tenido un importante recorrido y por lo tanto obliga a este pequeño o mediano inversor a tomar decisiones de manera tardía y muchas veces cuando la tendencia principal confirmada, está alcanzando su punto de maduración. En conclusión, se ingresa tarde al mercado y ello lo deja mayoritariamente en una situación bastante incómoda a la espera de “grande retornos”.
Otros de los motivos que mencioné, por los cuales sólo una minoría de las personas hace sustentable el éxito en estos mercados, está relacionado con la mala gestión del capital.
Muchas veces, se MAL considera que invertir en bolsa te llevará a convertirte en millonario ó bien a ganar “dinero fácil”... sin embargo lamento decirle que esto no es real. La bolsa de valores representa un ámbito que me permitirá hacer rendir mi dinero y para ello cuento con un sin número de instrumentos para seleccionar; según mi capital, mis estimaciones de retorno y los riesgos que estoy dispuesto a asumir. Sin embargo, muchos de los que acceden al mercado de valores lo hacen con la expectativa de obtener retornos altísimos y para ello toman un riesgo desproporcionado, poniendo en juego todo el capital que poseen y mi experiencia marca que de esa forma sólo morirá en el intento y pasará a formar parte de esa gran mayoría que pierde dinero en el mercado.
En relación a lo que les comento, recuerden el siguiente dicho: “En los mercados siempre hay oportunidades, en tanto haya dinero”. Por ello, es fundamental que para comenzar a invertir en el mercado sepamos cómo gestionar nuestra operatividad, para ingresar invertidos de la manera más correcta posible y en el momento más oportuno posible.
De esto, nos encargaremos en la próxima columna.

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