El fútbol sirve de metáfora para muchas cosas en esta Argentina apasionada. Y el acuerdo con los bonistas extranjeros (que tienen una parte de la deuda de una parte del Estado en sus tres niveles) bien podría entenderse como que "nos salvamos del descenso".
En efecto, haber entrado en default hubiera significado el doloroso camino de "jugar en la B" (¿o la "C"?), fatigar tribunales para evitar embargos y ser nuevamente "parias" en el mundo de las finanzas.
Cuando se firme el acuerdo final (hacia fines de agosto), Argentina podrá jugar algunas temporadas más en la categoría superior, aunque muy lejos de tener un equipo competitivo para aspirar a la "zona de copas".
De hecho, por lo que queda del 2020 y 2021, seguramente, andaremos muy mal en los promedios y tendremos que pensar más en cuidar el arco propio que proyectarnos al arco rival.
Alberto Fernández y el equipo técnico que fue elegido para hacerse cargo, cumplió el primer objetivo. Costó y mucho llegar a este acuerdo que es condición necesaria, pero no suficiente, para el próximo torneo que demandará armonizar las líneas de juego y encontrar una identidad: saber a qué queremos jugar y alinear a la tropa propia detrás del objetivo. Si el vestuario es "un cabaret", será el DT quien tenga que usar la muñeca de líder para la ocasión.
Casi que no hay tiempo para celebrar. Las urgencias de los jugadores y de la tribuna son muchas y acuciantes.
De este partido "chivo" que está por terminar (pareciera que el resultado está "sellado") la figura fue Martín Guzmán, un pibe al que todos le veían pinta de crack pero que tenía que "ganar algo". Condujo -en la cancha- el equipo que sacó el 0 a 0 que nos salva de la "B". Tiene derecho ganado a seguir siendo titular, pero hay varios compañeros que deberían volver al banco en la próxima temporada del gabinete nacional.
En la conferencia de prensa -recién salido de las duchas- Guzmán se mostró humilde y calmo. El DT Fernández fue un poco más eufórico y otros dirigentes del Club Atlético Argentina directamente opinaron fuera del tarro. Un clásico.
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Como sangras Iñigo! ponete contento, no seas vende patria como los que se fueron. Dedicate a redactar notas de comida, que en eso sos bueno, porque opinando de política sos impresantable y poco serio! No vemos en la final papá!!
Se festeja porque este equipo con este DT, no te llevó al pelear el descenso, lo agarró casi descendido y lo salvó, ahora en el próximo campeonato vamos a ver si nos lleva a pelear por las copas. En tu analogía podemos compararlo con el Talleres de Fassi.